jueves, 22 de enero de 2009

Standby (me)

Pues así se encuentra este humilde blog, y no por decisión de servidora, sino debido a un problema informático que limita enormemente la actividad postil. Además empieza el Carnaval, no te digo ná. Permanezcan a la escucha.

jueves, 15 de enero de 2009

Azagra



Aquí el amigo Carlos Azagra, visite su blog señora

El necio




Para no hacer de mi icono pedazos,
para salvarme entre únicos e impares,
para cederme un lugar en su Parnaso,
para darme un rinconcito en sus altares;
me vienen a convidar a arrepentirme,
me vienen a convidar a que no pierda,
mi vienen a convidar a indefinirme,
me vienen a convidar a tanta mierda.

Yo no sé lo que es el destino,
caminando fui lo que fui.
Allá Dios, que será divino.
Yo me muero como viví.

Yo quiero seguir jugando a lo perdido,
yo quiero ser a la zurda más que diestro,
yo quiero hacer un congreso del unido,
yo quiero rezar a fondo un hijonuestro.
Dirán que pasó de moda la locura,
dirán que la gente es mala y no merece,
más yo seguiré soñando travesuras,
acaso multiplicar panes y peces.

Yo no sé lo que es el destino,
caminando fui lo que fui.
Allá Dios, que será divino.
Yo me muero como viví.

Dicen que me arrastrarán por sobre rocas
cuando la Revolución se venga abajo,
que machacarán mis manos y mi boca,
que me arrancarán los ojos y el badajo.
Será que la necedad parió conmigo,
la necedad de lo que hoy resulta necio:
la necedad de asumir al enemigo,
la necedad de vivir sin tener precio.

Yo no sé lo que es el destino,
caminando fui lo que fui.
Allá Dios, que será divino.
Yo me muero como viví.

(Cuenta Silvio: "Es una canción de marketing, de precios. Y para que nadie se imagine que soy santo, voy a poner el mío -por ahora-: El levantamiento del bloqueo a Cuba y la entrega incondicional del territorio Cubano que E.E.U.U. usa como base naval en Guantánamo.")

sábado, 10 de enero de 2009

Somos la imagen del futuro


'Quando il nemico é molto forte, non basta vincerlo.
Bisogna saper sognare un mondo nuovo'
('Cuando el enemigo es muy fuerte, no basta con vencerlo. Es necesario saber soñar un mundo nuevo')
Pontiac, storia di una rivolta
Wu Ming

aquí excelente resumen fotográfico de la insurrección en Grecia

viernes, 9 de enero de 2009

Gaza today

Aquí información actualizada desde Gaza, en inglés, por Sameh Akram Habeeb

Domingo, manifestación contra el ataque a Palestina


PAREMOS EL GENOCIDIO
CÁDIZ POR LA PAZ EN PALESTINA

Queremos expresar ante toda la ciudadanía mediante esta manifestación nuestro horror e indignación ante la masacre en Gaza, perpetrada por el Estado de Israel, que con la entrada a sangre y fuego de los tanques en la Franja se ha convertido definitivamente en una carnicería.

Se trata de una violación gravísima de todos los convenios internacionales de Derechos Humanos, que puede ser calificada sin exageración como crimen de lesa humanidad, cometido contra una población indefensa, cercada y asolada por el hambre y las penurias. Los heridos apenas pueden ser atendidos en hospitales sin medios ni medicamentos.

Creemos que es una vergüenza la impunidad y la arrogancia con que el Estado de Israel comete atrocidades como las que vivimos estos días, actuando con un sistemático terrorismo de estado, que le aleja del comportamiento propio de un Estado civilizado. Las acciones armadas que se han producido hasta el momento no pueden justificar de ningún modo, desde la óptica del Convenio de Ginebra, del Tratado de Roma o del derecho internacional humanitario, que se encierre a toda una población, se la prive de agua, de alimentos, de gasolina, se impida el acceso de la ayuda humanitaria y de la prensa… y luego se la machaque a sangre y fuego

Se trata de una acción inhumana, insoportablemente cruel, que exige una reacción contundente y urgente de las Naciones Unidas y de la Unión Europea; y por supuesto del gobierno español.

Pero todos ellos han demostrado una vergonzosa pasividad, desde la Unión Europea al propio gobierno español, que dan incluso por buenas las infames explicaciones de Israel.

En este ámbito, es también una vergüenza que la Unión Europea haya firmado y mantenga acuerdos preferenciales y estrechas relaciones de todo tipo –comerciales, culturales, diplomáticas y militares– con Israel sin que estas hayan sido supeditadas al respeto escrupuloso de los derechos humanos.

Desde el mismo día 28 de diciembre se vienen produciendo en todo el mundo amplias movilizaciones sociales para parar la masacre. Este mismo fin de semana se reproducen en numerosas ciudades de todo el mundo. Creemos imprescindible continuar la movilización social, porque la barbarie, la impunidad y el terrorismo de estado de Israel sólo podrán ser bloqueados desde la solidaridad y la presión ciudadana exigiendo a nuestros propios gobiernos su actuación inmediata.


Las organizaciones que hemos convocado esta manifestación, para avanzar hacia la tan deseada paz en Palestina, creemos imprescindible:

• El cese inmediato del ataque del Estado de Israel y la retirada de las tropas que han invadido Gaza y el alto el fuego de todas las partes.

• El fin inmediato del cerco y asedio a que está sometida Gaza, lo que permitirá no sólo empezar a paliar la grave crisis humanitaria provocada, sino abrir esperanzas de salida al conflicto, por tenues que sean.

• Una apuesta más decidida para la solución del conflicto por parte de la Unión Europea debe llevar a la revisión y paralización de los acuerdos económicos hasta que Israel cumpla con el respeto a los derechos humanos de la población Palestina.

• Un claro compromiso del Gobierno Español, una señal del cual sería llamar a consultas al embajador de nuestro país ante Israel.

• El cumplimiento de la legalidad internacional, del derecho internacional humanitario y de de todas las resoluciones de la ONU sobre Palestina.


POR LA PAZ EN PALESTINA - PAREMOS EL GENOCIDIO

Las organizaciones abajo firmantes llaman a la ciudadanía al compromiso solidario de toda la provincia de Cádiz, a la participación en la manifestación convocada para el próximo domingo, día 11, a las 12 de la mañana, y que partirá desde la Plaza de San Juan de Dios, así como en todas las posibles iniciativas de solidaridad que puedan convocarse.

El próximo martes, día 13, se convoca de nuevo a todos los colectivos y organizaciones para seguir planificando la solidaridad con Palestina. La reunión será a las 7 de la tarde en la sede de la Asociación Cardijn, c. Trille nº 40.


ORGANIZACIONES ADHERIDAS

Agaden
Amnistía Internacional
Asoc. Alazir
Asoc. ANDAD
Asoc. Cardijn
Asoc. Consumidores en Acción Cádiz - FACUA
Asoc. contra Mercantilización Educación - ACME
Asoc. Defensa Sanidad Pública ADSP
Asoc. Por Derechos Humanos Andalucía - APDHA
Ateneo Republicano Puerto Real
ATTAC-Cádiz
Cáritas Diocesana
Central General de Trabajadores - CGT
Centro Acogida Inmigrantes - CEAIN
Comisiones Obreras - CC.OO.
Comunidad Islámica Puerto Real
Ecologistas en Acción
Federación de AA.VV. 5 de Abril
Hermandad Obrera de Acción Católica HOAC
Izquierda Anticapitalista
Izquierda Republicana
Izquierda Socialista Cádiz
Izquierda Unida
Justicia y Paz
Juventudes Comunistas Andalucia - JCA
Juventudes Socialistas Andalucía – JSA
Los Verdes Cádiz-Puerto Real
Partido Comunista Andalucia - PCA
Partido Socialista Obrero Español (local y provincial) - PSOE
Paz con Dignidad
Plataforma de Entidades de Cádiz PEC (Equa, Crac, Alendoy, Aspademis, Agamama, Cepa, el Vivero, Educadores Nuestro Barrio)
Secretariado Diocesano de Migraciones
Unión General de Trabajadores - UGT
Veterinarios Sin Fronteras

Friday I'm in love



I don't care if Monday's blue
Tuesday's grey and Wednesday too
Thursday I don't care about you
It's Friday I'm in love

Monday you can fall apart
Tuesday Wednesday break my heart
Thursday doesn't even start
It's Friday I'm in love

Saturday wait
And Sunday always comes too late
But Friday never hesitate...

I don't care if Mondays black
Tuesday Wednesday heart attack
Thursday never looking back
It's Friday I'm in love

Monday you can hold your head
Tuesday Wednesday stay in bed
Or Thursday watch the walls instead
It's Friday I'm in love

Saturday wait
And Sunday always comes too late
But Friday never hesitate...

Dressed up to the eyes
It's a wonderful surprise
To see your shoes and your spirits rise
Throwing out your frown
And just smiling at the sound
And as sleek as a shriek
Spinning round and round
Always take a big bite
It's such a gorgeous sight
To see you eat in the middle of the night
You can never get enough
Enough of this stuff
It's Friday
I'm in love

The Cure

jueves, 8 de enero de 2009

Terapia empresarial contra la crisis



Este anuncio publicado en la contraportada del diario El Mundo el 4 de diciembre no tiene desperdicio: “SEMINARIO ESPECIALIZADO. COMO PLANIFICAR UN ERE. DESPIDOS COLECTIVOS Y REESTRUCTURACIÓN DE PLANTILLAS
Madrid, 21 de enero de 2009. Auditorio Unidad Editorial”.

Como se puede comprobar se celebra en las propias instalaciones de la empresa editora de El Mundo. Y continúa el anuncio: “Con el asesoramiento de SARGADOY ABOGADOS. Un análisis práctico sobre las cuestiones clave en las reestructuraciones de plantillas: De la mano de los expertos laboralistas de SARGADOY ABOGADOS y el punto de vista de la Dirección General de Trabajo y la Inspección de Trabajo”.

pascual serrano

miércoles, 7 de enero de 2009

¡Feliz Carnaval 09!


(unforgettable presentación, ojo al careto de pacomesa-solitario al fondo a la izquierda)


(en estas fechas tan señaladas... ¡y con el himno de riego!)


(cádi2012)


(escuche señora, magñific!, otra riestra: ¡Mariano Rajoy con Mari Trini!)


(last but not least ¡Josep Lluís!)

ellas están aquí

Y más cosmos J.



Alegrías del incendio

Parece que hay un incendio, cada vez que nos juntamos
Parece que hay un incendio, cuando tú estás a mi lado.
Parece que estoy ardiendo, cuando tú estás a mi lado,
parece que estoy ardiendo.

Vamos a tener que vernos, aunque estén todos en contra.
Vamos a tener que vernos,
ellos te tienen de sobra y yo te echo de menos,
y yo te echo de menos.
Esto es para contarte que aquí te espero
para decirte al oído lo que te quiero,
para poder decirte lo que te quiero,
así que ya lo sabes, que aquí te espero.

Cuando te acercas gitana, es quererte y adorarte
Cuando te alejas gitana,
se habrán secado los mares y la luz de la mañana.

Porque te llevo dentro, tan bien metida
eres dueña y señora del alma mía.
Desde el azul del cielo, dire que apaguen el sol.
Desde el azul del cielo,
pero no me pidas, no, que olvide lo que te quiero.
Pero no me pidas, no, que olvide lo que te quiero

Mira que eres bonita, que guapa eres.
Eres la más bonita de las mujeres
Eres la más bonita de las mujeres
Mira que eres bonita, que guapa eres.

Los Planetas

Ñoñeces planetarias



Canción para ligar (o para que no me dejes)

No puedo prometer que cambiaré.
No sé si podré hacerlo.
Pero sé
que eres todo lo que quiero.

No puedo decir que no te haré llorar
ni que voy a ser sincero.
No te puedo prometer que el futuro
sea perfecto,
pero el futuro es lo de menos.

No puedo decir que voy a estar ahí
cuando más me necesites,
pero puedo
intentarlo si lo pides.

No voy a decir que cuidaré de ti.
Ni siquiera sé cuidarme.
Es posible que sea yo
quien necesite que lo salven,
pero te quiero más que a nadie.
De eso estoy seguro,
por mucho tiempo que pase.

Porque te quiero más que a nadie.
De eso estoy seguro,
por mucho tiempo que pase.

Los Planetas, Unidad de desplazamiento, 2000

martes, 6 de enero de 2009

Alba Rico sobre Palestina

Qué bello es matar, qué justo es morir

Santiago Alba Rico
Rebelión


“Entonces Yahvé hizo llover sobre Sodoma y Gomorra azufre y fuego de parte de Yahvé. Y arrasó aquellas ciudades y toda la redonda con todos los habitantes de las ciudades y la vegetación del suelo. La mujer de Lot miró hacia atrás y se volvió poste de sal”.

Génesis 19, 23-26.



La ira de Dios no es sólo justa sino bella, y su belleza misma revela y proclama su justicia superior. ¿Cómo no sucumbir ante este extraordinario cuadro de El Bosco pintado por la aviación israelí? Los cuerpos y las casas que hay debajo, ¿no son derribados precisamente por la hermosura de este fogonazo divino, de este deslumbrante surtidor de luz? Los que no mueren, los que resisten, los que maldicen entre las ruinas, ¿no son por eso mismo culpables y reclaman con su supervivencia misma una nueva eyaculación de azufre y fuego?

Los más viejos atavismos religiosos se apoyan en los más modernos medios de destrucción. Más allá o más acá de las manipulaciones y las mentiras, nos inclinamos fascinados ante la brutalidad israelí porque es brutal y procede del cielo; admiramos su fuerza y no su causa, y es precisamente la verticalidad incontestable de esta fuerza la que la inviste de una legitimidad inalcanzable para la razón: pues es al mismo tiempo, y en el mismo molde, estética y teológica. Antes sólo se podía destruir una ciudad si se era Dios; ahora lo pueden hacer también los israelíes. Del cielo caen únicamente bendiciones milagrosas y castigos merecidos. La superioridad tecnológica de los sionistas -su superior desprecio por la vida humana- activa esta legitimación teológica que sus gobernantes explotan conscientemente, hasta el punto de que es la propia tecnoteología bíblica de los ataques aéreos, como única fuente ya de legitimidad, la que les obliga a repetirlos a una escala siempre mayor. Es tan bonito, tan placentero, tan fácil, tan justiciero, reducir a escombros una ciudad y sería tan difícil, tan feo, tan moralmente degradante tratar de defender racionalmente el sionismo... El Dios de la Biblia que destruye desde el aire es tanto más justo y tanto más bello cuanto mayor es su poder de aniquilación. Sus víctimas embellecen Su potencia, justifican Su existencia, homenajean Su misericordia; cuanto más aumenta el número de muertos, más culpables son los cadáveres y más sublime el agresor; cuantos más niños y mujeres y ancianos sucumben a esta luz maravillosa más maravillosa es la luz y más merecido el castigo. “Desproporcionado” -fuera de toda proporción- sólo lo es Yahvé y esto es lo que quieren decir los medios de comunicación y los gobiernos cuando califican así -respetuosa y admirativamente- el uso de la fuerza por parte de Israel: quieren decir que es “divino”, sobrenatural, sobrehumano, quieren decir que está justificado, que no podemos juzgarlo y mucho menos condenarlo sin cometer un sacrilegio. Los medios (de destrucción) justifican todos los fines. La “desproporción” tecnológica declara su derecho al margen de las leyes humanas y necesita muy poca propaganda para imponerse: basta con que sea capaz de imitar a Dios y “arrasar las ciudades con todos sus habitantes” en medio de un torrente de luz. Hasta los ateos más encallecidos pasaremos por alto los muertos a condición de que sean muchos y de que se usen para matarlos bombas de racimo y fósforo blanco; es decir, a condición de que el asesino sea omnipotente y su potencia de orden religioso y sobrenatural. Israel es un Estado teocrático por su forma de vivir y por su forma de matar. El resto del mundo le admira precisamente por eso. Y cuando volvemos la mirada hacia el espectáculo, como la mujer de Lot, nos convertimos en mudas columnas de sal.

El aire es puro; el cielo es inimputable. El piloto israelí del F-16 no llega a despeinarse; elegante, sofisticado, puntilloso en el cumplimiento de su misión, desinfectado de todos los bajos instintos que podrían empañar su mirada, brillante, irónico, serio, justo, imita a Dios y a El Bosco y vuelve luego a tiempo a Tel Aviv para probar la comida de un nuevo restaurante indonesio y discutir con su novia los detalles del nuevo mobiliario adquirido en Ikea.

¿Y abajo? ¿Qué ocurre entre tanto abajo? ¿Cómo es la gente de abajo?



Aquí los vemos. Son terrestres, primitivos, emocionales, gritones, amenazadores, oscuros, pastosos, supersticiosos, gregarios, andrajosos, feos, pedestres, horizontales, vulnerables, prescindibles: humanos. El artículo de El Mundo que ilustraba esta fotografía añadía que son también “exhibicionistas”: al contrario que los dueños del aire, que preferimos enterrar a nuestros muertos en la intimidad, a los palestinos de Gaza les divierte mostrar los cadáveres de sus niños y proclamar obscenamente su dolor. Al fino antropólogo del periódico español se le olvidaba citar otras diferencias igualmente definitivas: mientras que a los dueños del aire nos gusta morir de viejos en un hospital o en la intimidad de nuestras casas, a los palestinos de Gaza les encanta morir en la calle, en público, reventados sin ningún pudor por una bomba bíblica lanzada desde el cielo; y mientras que a los dueños del aire nos gusta matar sin despeinarnos ni alterarnos -para volver a tiempo de cenar en Tel-Aviv sin tener que pasar antes por la peluquería- a los palestinos de Gaza les gusta matar matándose -pues la rabia y el odio no les permitiría hacerlo de otra forma. Si la “desproporción” israelí se justifica a sí misma, las proporciones humanas de los palestinos se eliminan también a sí mismas. Basta la fotografía del bombardeo israelí para convencernos de la justicia sionista; y basta la fotografía del entierro palestino para convencernos de la culpabilidad palestina.

La diferencia entre israelíes y palestinos se resume en estas dos imágenes, en este contraste que los medios de comunicación, interesadamente o no, alimentan sin descanso: la superioridad estética y teológica de los unos, basada exclusivamente en su armamento, y la inferioridad “natural” de los otros, reducidos de antemano -desde siempre- a pura yesca del fuego de Yahvé, a mero combustible de la Luz Divina. Ningún razonamiento, ninguna súplica, podrán anular esta diferencia; tampoco ningún cohete Qassam. Sólo hay dos maneras de corregir este contraste asentado ya en nuestras retinas y sintetizado mansamente en nuestras miradas: o armamos a los palestinos con misiles, bombas de racimo y fósforo blanco o desarmamos a los israelíes y disolvemos el Estado de Israel. Mientras no ocurra una de estas cosas, de nada sirve que la justicia humana esté de parte de los palestinos en un mundo que babea fascinado -los EEUU, la UE, los gobiernos árabes, la ONU, los medios de comunicación- ante los cuadros de El Bosco que pinta la aviación israelí y la bíblica belleza justiciera que los acompaña. Mientras la justicia humana no nos parezca más justa y más bella que un bombardeo israelí, los palestinos -hagan lo que hagan- sólo conseguirán ensanchar la diferencia y dar pretextos a Yahvé para que los mate desde su remota elegancia imperturbable. No les deis pretextos, no, por favor: no lancéis cohetes, no disparéis fusiles, no saquéis los cuchillos, no defendáis vuestras casas, no protejáis vuestros niños, no gritéis, no lloréis, no comáis, no respiréis. Pero si no hay justicia humana y los palestinos son culpables ante Dios de respirar (¡cuánto más de sangrar!), si hagan lo que hagan han sido ya condenados para siempre, sería vergonzoso condenarlos también -hagan lo que hagan- desde nuestras confortables avionetas morales. Hay ocasiones en que más inmoral que asesinar es precisamente moralizar.

Pero ahora la diferencia se ha reducido un poco. A cubierto de los F-16 en mi casa bien caldeada, estremecido y avergonzado, siento la satisfacción de que los israelíes hayan renunciado a su impunidad divina y hayan entrado en Gaza también por tierra. Todavía inconmesurablemente superiores, se mueven en todo caso a ras de suelo y se vuelven por ello un poco palestinos, un poco humanos, un poco vulnerables; quizás esté incluso justificado matarlos. Quizás incluso mueran unos pocos. Quizás -ojalá-, en vez de miedo o admiración, algunos lleguen a inspirarnos también piedad.

Lo “desproporcionado” se llama Dios; lo “proporcionado” se llama justicia humana. Lo “proporcionado divino” es la belleza; lo “desproporcionado humano” es la compasión. Tal vez en los próximos días veamos por fin la imagen de un tanque israelí destruido por los heroicos defensores de Gaza y nos dejemos llevar luego, tras la alegría, por la desproporción de la compasión -inesperada, incomprensible, irracional- frente al cuerpo de un soldado israelí prisionero o muerto. En ausencia de proporciones, en ausencia de justicia, asesinos ahora expuestos al débil, feo y valiente fuego defensivo, quizás los sionistas, muertos, prisioneros o heridos, posados dolorosamente en tierra, nos parezcan por fin -por primera vez- humanos.

Grecia

Un grupo armado tirotea de gravedad a un policía en el centro de Atenas

Agencias / Rebelión


Un policía griego resultó gravemente herido ayer por la mañana después de que al menos dos hombres armados disparasen contra él en el centro de Atenas, según informaron fuentes policiales. Su estado era «grave pero estable», informó el director del Hospital de la Cruz Roja en Atenas, Andreas Martines.

Aunque ningún grupo asumió el ataque, que se produjo cerca de la sede del Ministerio de Cultura, la Policía cree que puede guardar relación con el perpetrado el 23 de diciembre contra un autobús de transporte de brigadas especiales, reivindicado por un grupo llamado "Lucha revolucionaria" hasta entonces desconocido en denuncia por la muerte de un adolescente a manos de la Policía en diciembre.

Durante el ataque fueron efectuados alrededor de 30 disparos de al menos dos armas, incluidos un fusil de asalto AK-47 y una pistola. Asimismo, lanzaron una granada de fabricación rusa mientras los agentes intentaban impedir la huida de los autores del atentado. Los peritos policiales encontraron en el lugar de los hechos 27 casquillos de arma Kalasnikov y cuatro de un revólver de 9 milímetros. Según los primeros indicios, esos 27 casquillos coinciden con los recogidos tras el atentado contra el autobús policial.

lunes, 5 de enero de 2009

Carta al rey Melchor



Mi majestad:
Espero no ofenderlo ni irritarlo majestad
pero mi deseo es casarme con su hija
quizás sea una osadía pedir la mano de su hija
no me creáis oportunista ni un playboy mi majestad
no pretendo enriquecerme ni quiero palacios ni pajes ni yates
no quiero ser duque o tener chambelanes no deseo aprovecharme ni robarle nada
es cuestión de amor
que estoy loco de amor por la princesa
entiéndalo rey mío por favor compréndalo
aunque sea soberano supongo que será humano
como el resto de sus siervos también tendrá sentimientos
yo sé que vos realmente también os cagáis y folláis y sudáis como yo esto es real
así que présteme un poquito de atención
le hablaré fráncamente frente a frente majestad
Quizá yo no sea el yerno que soñó mi majestad
nunca tuve dinero ni soy conde o caballero no llego ni a hidalgo ciudadano raso
mi estirpe no es noble pero mi nobleza me obliga a decirle la verdad.
Sería mentirle si digo que tengo respeto por la monarquía
siempre me he cagado en las dinastías y en las patrias Putas la banderas sucias
los reinos de mierda y la sangre azul mi majestad
ahora es el real decreto del corazón mi majestad
que me arrastra y que reniegue por amor mi majestad
pues la fe mueve montañas el amor remueve el alma.
Y hasta el ser más consecuente ante el amor pierde su honor.
Yo por amor soy capaz de mandar a la mierda mis firmes principios de republicano
cambio de camisa y rindo pleitesía a la monarquía
que viva el amor que me convirtió en su esbirro majestad
sólo pensar que quisierais ser mi suegro majestad
yo ya le adoro yo le adulo y hasta le beso en el culo
le prometo ser bueno un digno yerno majestad
si me caso me transformo como en ese cuento
aquel sapo que por un beso se convierte en príncipe encantado
y así por un beso de su princesita
también yo me vuelvo todo lo que usted quiera
seré su súbdito amado su sumiso esclavo
su obediente criado su subordinado y devoto lacayo
le juro ante dios y ante el cielo y la Biblia.
Que viva el rey viva el rey
que viva la monarquía.

Albert Pla

Defendamos la igualdad, el amor une



(visto aquí, hola Jesse)

domingo, 4 de enero de 2009

Así será el año 2009

Ignacio Ramonet, Le Monde diplomatique

“Balas para los jóvenes, dinero para los bancos”. Este expresivo grito de ira de los amotinados de Grecia bien pudiera oírse, a lo largo de 2009, en otras ciudades europeas. Porque el año que empieza se va a caracterizar, como consecuencia de los despidos masivos que está causando la crisis, por un fuerte descontento social. Y éste desembocará en huelgas, manifestaciones y enfrentamientos que las elecciones europeas de junio próximo no calmarán.

Numerosos jóvenes -estudiantes o no- son conscientes de que su destino es ir a dar a la mar de la precariedad (“generación 700 euros”) o del desempleo. Desean hacer tabla rasa. Algunos se sienten de nuevo atraídos por los movimientos libertarios. En la atmósfera de lucha social que se avecina, las filas del anarquismo podrían engrosar*1. Como en los años 1930…

Aunque en materia de política internacional no caben supersticiones, los años terminados en 9 son a menudo convulsivos. Basta con observar que, a lo largo de éste, se conmemorarán : los 10 años de la revolución bolivariana de Venezuela (febrero); los 20 de la caída del muro de Berlín y de la implosión del bloque soviético (noviembre); los 30 de la “revolución islámica” de Irán (febrero); los 40 de la “revolución libia” del coronel Gaddafi (septiembre); los 50 de la revolución cubana (enero); los 60 de la revolución china (octubre); los 70 de la derrota de la República española en la Guerra civil (abril) y del inicio de la Segunda Guerra Mundial (septiembre); y los 80 de la crisis de 1929 y de la Gran Depresión…

Sin duda, la recesión económica será también la principal característica del año que comienza. Porque los efectos del triple crack de la construcción, de los bancos y de las Bolsas golpearán de lleno a la economía real.

En ese contexto de descontento social, ¿representa el nuevo Presidente de Estados Unidos, Barack Obama, una luz de esperanza? Menos de lo que creímos. Su equipo económico, en el que figuran varias personalidades ultraliberales responsables en parte de la crisis actual –como Robert Rubin, Lawrence Summers o Timothy Geithner–, no estará a la altura para cambiar las cosas.

Además, parece evidente ya que la nueva Administración Obama será de centro-derecha, es decir más a la derecha que el nuevo Congreso surgido de las elecciones del 4 de noviembre*2. Lo cual augura tensiones más fuertes que previsto entre el ejecutivo y el legislativo. Los nuevos congresistas demócratas no dejarán de hacerse eco de las impaciencias de los electores duramente afectados por la crisis y profundamente irritados por el gigantesco fraude del estafador Bernard Madoff así como por las ayudas masivas ofrecidas por el Gobierno a los banqueros. En suma, el entusiasmo de hoy hacia el nuevo Presidente podría, a lo largo del año, cambiarse en decepción, frustración… y cólera.

Su equipo de politica exterior -constituído por Hillary Clinton, Robert Graves y el general Jim Jones– tambien resulta muy conservador para quien ha prometido dejar de imponer la democracia a punta de bayoneta.

El «foco perturbador» del mundo seguirá siendo Oriente Próximo como lo muestran los recientes enfrentamientos trágicos de Gaza. En Irak, las fuerzas británicas y las de todos los demás aliados de Estados Unidos, se retirarán en primavera. Por su parte, las tropas estadounidenses de combate dejarán de patrullar en pueblos y ciudades para replegarse en sus cuarteles. Y su retirada se acelerará. Rebrotará la violencia. El zapatazo del periodista Muntazer Al-Zaidi al Presidente Bush, el pasado 14 de diciembre en Bagdad, da una idea de la rabia de una parte del pueblo iraquí contra la ocupación estadounidense. ¿Conseguirá el nuevo y corrupto ejercito de Irak impedir la dislocación del país?

Habrá elecciones decisivas en Israel, para la función de Primer ministro, el 10 de febrero ; y en Irán, para la Presidencia, el 12 de junio. La tensión entre estos dos países alcanzará niveles incandescentes ¿Desembocará en un conflicto abierto? Nadie debe desearlo pues las consecuencias geopolíticas serían imprevisibles. También económicas, ya que los precios del petroleo volverían a rondar los 150 dólares. Lo cual agravaría más aún la crisis actual…

En cuanto a Afganistán, país que Barack Obama desea convertir en la prioridad militar de su mandato, si Washington intensifica su intervención tendrá que multiplicar los ataques ilegales contra Pakistan, gigante demógrafico y a la vez potencia nuclear. Eso provocará una posible desestabilización de Asif Zardari, Presidente de este Estado en quiebra, amenazado además por su poderoso vecino indio después de los atentados de Bombay del 26 de noviembre pasado. Washington entraria entonces en un nuevo engranage intervencionista que podría favorecer el rápido retorno al Pentágono de los «halcones», partidarios de un imperialismo duro y dominador. En Kabúl, los estadounidenses tratarán de imponer a un «dictador presentable». Lo cual significará un regreso al realismo político (o sea, al cinismo) y el abandono del proyecto ético que ha defendido Obama durante su campaña electoral.

Otro gigante que puede reservar sorpresas es China. Porque la crisis -que se va a traducir por una subida general del proteccionismo en el mundo y la consiguiente reducción de las exportaciones– le golpeará con mayor rudeza. Miles de fábricas cerrarán despidiendo masivamente a trabajadores desprovistos, en su mayoría, de seguridad social y de atención médica. Las protestas crecerán. ¿Conseguirán las autoridades de Pekín mantener la paz social? ¿A qué precio?

En América latina, la incognita principal será de saber si Barack Obama aceptará el ramo de olivo que le ha ofrecido el Presidente de Cuba, Raúl Castro, y si negociará por fin el final del embargo comercial de la isla. Lo sabremos el 17 de abril cuando, con ocasión de la Cumbre de las Américas en Puerto España (Trinidad y Tobago), el mandatario estadounidense defina su nueva política para el hemisferio.

Entretanto la crisis climática seguirá agravándose. Todo indica que el año 2009 será el de todos los peligros. Porque agoniza une era, la del neoliberalismo, y comienza, a tientas, un nuevo paradigma. Debiera también ser el momento de todas las oportunidades. Para empezar a edificar, por fin, un mundo mejor.


*1 Este 15 de enero se celebra el II centenario del nacimiento, en Besançon (Francia), de Joseph Proudhon, padre del anarquismo.

*2 Moisés Naim « La Brigada 23 de enero », El País, Madrid, 30 de noviembre de 2008.

sábado, 3 de enero de 2009

¿Cómo hacer?

(Es de hace algunos años y bastante largo, pero tiene flow)


Tiqqun

¿Cómo hacer?



I

Veinte años. Veinte años de contra-revolución. De contra-revolución preventiva.
En Italia.
Y en otros muchos sitios.
Veinte años de un sueño erizado de grilletes, asediado de insomnios. De un sueño de los cuerpos,
impuesto con toque de queda.
Veinte años. El pasado no pasa. Porque la guerra continúa. Se ramifica. Se prolonga.
En una reticulación mundial de los dispositivos locales. En una monitorización inédita de las subjetividades. En una nueva paz de superficie.
Una paz armada
y calculada para disimular el desarrollo de una imperceptible
guerra civil.


Hace veinte años, existía
el punk, el movimiento del 77, el entorno de la Autonomía Obrera,
los Indios metropolitanos, la guerrilla difusa.
Aparecía de golpe,
como salido de alguna región subterránea de la civilización,
todo un contra-mundo de subjetividades,
que ya no deseaban consumir, que no querían producir más,
que no querían, siquiera, seguir siendo subjetividades.
La revolución era molecular. La contra-revolución no lo fue menos.
SE dispuso ofensivamente,
duraderamente también,
una compleja maquinaria para neutralizar a lo que es portador de intensidad. Una maquinaria para desmontar todo aquello que podía hacer explosión.
Todos los sujetos de riesgo,
los cuerpos indóciles,
las agregaciones humanas autónomas.
A esto le sucedieron veinte años de idiotez, de vulgaridad, de aislamiento y de desolación.
¿Cómo hacer?


Volver a alzarse. Levantar la cabeza de nuevo. Por elección o por necesidad. Esto último ya no importa nada.
Mirarnos a los ojos, decirnos que volvemos a empezar. Que todo el mundo se dé por enterado,
cuanto antes.
Volvemos a empezar.
Se acabó la resistencia pasiva, el exilio interior, el conflicto por sustracción, la supervivencia. Volvemos a empezar. En veinte años ha habido tiempo de ver. Se ha comprendido. La extensión de la democracia, la lucha “anti-terrorista”, las masacres de Estado, la reestructuración capitalista y su Gran Obra de depuración social,
por selección,
por precarización,
por normalización,
por “modernización”.
Se ha visto. Se ha entendido. Los métodos y los objetivos. El destino que SE nos reserva. Todo lo que SE nos niega. El estado de excepción. Las leyes que colocan a la policía, a la administración, a la magistratura por encima de las leyes. La judicalización, la psiquiatría, la medicalización de todo lo que se sale del carril impuesto. De todo lo que huye.
Se ha visto.
Se ha entendido.
Los objetivos y los métodos.


Cuando el poder establece en tiempo real su propia legitimidad, cuando su violencia se torna preventiva
y su derecho es un “derecho de injerencia”,
entonces ya no sirve tener razón. Tener razón contra él.
No hay otra alternativa que ser más fuerte. O más astuto.
También por esto
volvemos a empezar.


Recomenzar no es nunca recomenzar lo que sea. Ni retomar cualquier asunto ahí donde se lo había dejado. Lo que vuelve a empezar siempre es otra cosa.
Siempre es inaudito.
Porque no es el pasado lo que nos mueve, sino precisamente eso que en el pasado
no llegó
a advenir.
Y porque esto lo somos también nosotros mismos,
en tanto que volvemos a empezar.
Recomenzar quiere decir: salir de la suspensión. Restablecer el contacto entre nuestros devenires.
Partir,
una vez más,
de ahí donde nos encontramos,
ahora.


Hay –por ejemplo- ciertos golpes
que no SE nos darán de nuevo.
El golpe de “la sociedad”.
La sociedad por transformar, por destruir, por mejorar.
El golpe del pacto social, que algunos querrían romper para que otros puedan fingir que lo “restauran”.
Golpes como estos,
no volverán a dárnoslos.
Hay que ser un elemento militante de la pequeña burguesía planetaria, un “ciudadano” en toda la extensión de la palabra,
para no ver que ya no existe
la sociedad.
Que ha hecho implosión.
Que ya no es más que la coartada para aquellos que dicen re/presentarla.
Que la sociedad se ha ausentado.


Todo lo que es social se nos ha vuelto extraño.
Nos concebimos como absolutamente desvinculados de todas las obligaciones, de todas las prerrogativas, de todas las pertenencias
sociales.
“La sociedad”
es ese nombre que demasiadas veces ha recibido Lo irreparable, entre los que querían también hacer de ella
Lo inasumible.
Quien rechace este cebo habrá de hacer
un gesto de retiro.
Operar
un ligero desplazamiento
con respecto a la comunidad lógica
del Imperio y su contestación
-la lógica de la movilización-,
habrá de huir de su temporalidad común:
la de la urgencia.


Recomenzar quiere decir habitar este mismo retiro. Asumir la esquizofrenia capitalista en el sentido de una creciente facultad de des-subjetivación.
Desertar conservando las armas.
Huir imperceptiblemente.

Recomenzar quiere decir reintegrarse a la secesión social, a la opacidad, entrar en desmovilización,
arrancando hoy a esta o aquella red imperial de producción-consumo los medios de vivir y de luchar para, tan pronto se presente la ocasión,
sabotearla.


Estamos hablando de una nueva guerra.
De una nueva guerra de partisanos. Sin frente ni uniforme. Sin ejército ni batalla decisiva.
Una guerra donde los campamentos se despliegan al margen de los flujos mercantiles, si bien conectados a ellos.
Hablamos de una guerra que se libra en latencia. Que tiene el tiempo necesario.
De una guerra de posiciones.
Que se dirime donde nos encontramos.
En el nombre de nadie.
En el nombre de nuestra existencia misma,
que no tiene nombre.
Operar este ligero desplazamiento.
No temer ya a su tiempo.
“No temer a su tiempo es una cuestión de espacio”.
En el squat. En la orgía. En el motín. En el tren o en el pueblo ocupado. Mientras busco, entre desconocidos, una fiesta inhallable. Me entrego a la experiencia de este ligero desplazamiento. La experiencia de mi des-subjetivación. Acepto devenir una singularidad cualquiera. Un juego se insinúa entre mi presencia y todo el complejo de cualidades que me son atribuidas normalmente. En los ojos de un ser que –presente- se empeña en estimarme “por lo que soy”, puedo saborear la decepción, su fiasco al encontrarme tan común, tan perfectamente accesible. En los ojos de otro, una complicidad inesperada.
Todo lo que me aísla como sujeto -como cuerpo provisto de un repertorio de atributos públicos-, percibo ahora que se desvanece. Los cuerpos se desflecan en su límite. En su límite, se tornan indistintos. Trozo tras trozo, lo cualquiera echa a perder la equivalencia. Y yo accedo a una nueva desnudez,
a una desnudez impropia,
revestida de amor.
¿Cabe evadirse solo de la cárcel del Yo?


En el squat. En la orgía. En el motín. En el tren o en el pueblo ocupado.
Nosotros
volvemos a encontrarnos.
Volvemos a encontrarnos
en singularidades-cualquiera. Es decir,
no sobre la base de una pertenencia común,
sino de una común presencia.
Esta es
nuestra necesidad de comunismo.
La necesidad de espacios de noche,
en que pudiéramos
volvernos a encontrar,
más allá
de nuestros predicados,
más allá
de la tiranía del reconocimiento. Donde este mismo re-conocimiento se impone siempre como distancia
final entre los cuerpos: como ineluctable separación.
Todo aquello que SE me reconoce (la novia, la familia, la clase, la profesión, la opinión, el Estado), con todo eso SE me cree atrapado. Por la constante referencia a lo que soy, a la suma de mis cualidades, SE querría desligarme de cualquier situación, SE querría extraer de mí, en cualquier circunstancia, una fidelidad a mí mismo, que es una fidelidad a mis predicados.
SE espera de mí que me comporte como hombre, como empleado, como parado, como madre, como militante o como filósofo.
SE quiere contener entre los límites de una identidad el curso imprevisible de mis devenires.

SE me quiere convertir a la religión de una coherencia
que ha sido escogida para mí.


Cuanto más SE me reconoce, más impedidos resultan mis gestos, interiormente impedidos. Así me veo atrapado en la malla estrechísima del nuevo poder. En las retículas intangibles
de la nueva policía: LA POLICÍA IMPERIAL DE LAS CUALIDADES. Hay toda una red de dispositivos a los que me acoplo para “integrarme”, y para que así me incorporen cualidades.
Todo un imperceptible sistema de fichaje, de identificación y de control mutuos.
Toda una prescripción difusa de la ausencia.
Todo un dispositivo de modelado comporta/mental, que tiende al panoptismo, a la privatización
transparencial, a la atomización,
y en el cual me debato.


Necesito devenir anónimo.
Para poder estar presente.
Más presente cuanto más anónimo.
Necesito zonas de indistinción
para acceder a lo Común.
Para cesar de reconocerme en mi nombre. Para no oír ya en mi nombre
otra cosa que la voz que lo pronuncia.
Para dar consistencia al cómo de los seres, no a lo que son,
sino a cómo son eso que son.
Su forma de vida.
Necesito zonas de opacidad donde los atributos,
incluso criminales, incluso geniales,
no separen más a los cuerpos.


Devenir cualquiera. Devenir una singularidad cualquiera, no está dado.
Siempre es posible. Pero no está dado.
Hay una política de la singularidad cualquiera
que consiste en arrancar al Imperio
las condiciones y los medios,
incluso intersticiales,
para experimentarse como tal.
Es una política, ya que requiere una aptitud para la confrontación
y que una nueva agregación humana
le corresponda.
Política de la singularidad cualquiera: delimitar esos espacios donde ningún acto es asignable ya a ningún otro cuerpo dado.
Donde los cuerpos recuperan la capacidad del gesto que la táctica distribución de los dispositivos urbanos –ordenadores, automóviles, escuelas, cámaras, móviles, gimnasios, hospitales, televisores, cines…- les habían hurtado.
Reconociéndolos.
Inmovilizándolos.
Haciéndolos girar en el vacío.
Y consiguiendo que la cabeza exista
separada del cuerpo.


Política de la singularidad cualquiera.
Devenir-cualquiera es más revolucionario que ser no importa qué otra cosa.
Liberar los espacios nos libera cien veces más que no importa qué otro “espacio liberado”.
Más que de poner en acto un poder, yo disfruto de la puesta en circulación de mi potencia.
La política de la singularidad cualquiera reside en la ofensiva. En las circunstancias,
los momentos y los lugares en que serán arrancados
-los lugares, los momentos y las circunstancias-
hacia ese anonimato,
hacia la detención momentánea en estado de simplicidad,
la ocasión de extraer, de entre todas nuestras formas, la pura adecuación a la presencia,
la ocasión de estar,
por fin,
ahí.



II

Cómo hacer.
No: “qué hacer”.
Cómo hacer. La cuestión de los medios.
Y no ya la de los fines, la de los objetivos:
No la cuestión de eso que “hay que hacer”, estratégicamente, en lo absoluto.
Sino la cuestión, más bien, de aquello que se puede hacer, tácticamente, en situación,
y de la adquisición de esta potencia.
Cómo hacer. Cómo desertar. Cómo funciona eso. Cómo hacer compatibles el comunismo y mis heridas. De qué manera mantenerme en guerra
sin perder la ternura.

La cuestión es técnica. No es un problema. Los problemas son rentables.
De ellos se nutren los expertos.
Una cuestión
técnica. Que se desdobla en la cuestión de las técnicas de transmisión de estas técnicas.
Cómo hacer. El resultado contradice siempre el fin. Porque plantear un fin es aún un medio,
sólo otro medio.

Qué hacer. Babeuf. Tchernychevsky. Lenin. La virilidad clásica reclama un analgésico,
un milagro,
algo.
Un medio para ignorarse todavía un poco.
En tanto presencia. En tanto forma de vida. En tanto ser-en-situación, dotado de inclinaciones.
De inclinaciones determinadas.
Qué hacer. El voluntarismo como último nihilismo. Como nihilismo propio de la virilidad clásica.
Qué hacer. La respuesta sería muy simple. Someterse de nuevo a la lógica de la movilización, a la temporalidad de la urgencia. Bajo pretexto de rebelión. Plantear fines, palabras. Tender después hacia su cumplimiento. Hacia la realización de las palabras. Mientras tanto, remitir la existencia a algún momento posterior. Ponerse entre paréntesis. Habitar en la excepción de sí. En el margen del tiempo. Que pasa. Que no pasa. Que se detiene. Hasta… hasta el siguiente Fin.
Qué hacer.
O, dicho de otra manera: de qué sirve vivir; todo eso que no hayas vivido,
la Historia
te lo devolverá.
Qué hacer. Es el olvido de sí que se proyecta sobre el mundo
como olvido del mundo.


Cómo hacer. La cuestión del cómo. No la cuestión de lo que un ser, un gesto, una cosa
es
sino la de cómo es lo que es. De cómo sus predicados se refieren a él.
Y él a ellos.
Dejar ser.
Dejar ser a la hiancia entre el sujeto y sus predicados. El abismo de la presencia.
Un hombre no es “un hombre”. “Caballo blanco” no es “caballo”.
La cuestión del cómo. La atención al cómo. La atención a la manera en que una mujer es, y no es,
una mujer –se necesitan muchos dispositivos para hacer de un ser del sexo femenino “una mujer”,
o de un hombre “un negro”.
La atención a la diferencia ética. Al elemento ético. A las irreductibilidades que la atraviesan. Lo que sucede entre los cuerpos durante una ocupación es más interesante que la ocupación misma. “Cómo hacer” quiere decir que la confrontación militar con el Imperio debe estar subordinada
a la intensificación de las relaciones en el interior de nuestro partido
Que la política no es
más que un cierto grado de intensidad en el interior del elemento ético.
Que la guerra revolucionaria
no debe ser confundida con su representación: el momento bruto del combate.


La cuestión del cómo. Volverse atento al tener-lugar de las cosas, de los seres. A su acontecimiento. A la obstinada y silenciosa emergencia de su temporalidad propia bajo el aplastamiento planetario de todas las temporalidades
por la temporalidad de la urgencia.
El “qué hacer” como ignorancia programática de todo esto. Como fórmula inaugural
del desamor incesantemente atareado.


El “qué hacer” vuelve. Desde hace algunos años. Desde la mitad de los años 90, más bien que desde Seattle. Un revival de la conciencia crítica parecería enfrentarse al Imperio
con los eslógans, las recetas de los años 60, las buenas intenciones y la necesidad de sociedad.
Vuelven a estar en boga
toda la vieja gama de los afectos socialdemócratas. De los afectos cristianos.
Y una vez más hay manifestaciones. Las manifestaciones mata-deseo. En las que nada ocurre.
Y que no manifiestan
más que la ausencia colectiva.
Para siempre.


Para aquellos que tienen la nostalgia de Woodstock, de la granja, de mayo del 68 y de los tiempos de la militancia,
existen hoy las contra-cumbres. SE reconstruye el decorado, exceptuando lo posible.
Y esto es lo que hoy manda el “qué hacer”: irse hasta la otra punta de la Tierra
a contestar la mercancía global
para volver, tras un enorme baño de unanimismo y de separación mediatizada,
a someterse a la mercancía local.
Les espera al regreso la foto en el periódico… ¡Todos solos y juntos!... Había una vez… ¡Qué juventud!...
Lástima de esos pocos cuerpos vivos extraviados allí, buscándole un espacio a su deseo.
Vuelven más aburridos. Más vacíos que antes. Reducidos.
De contra-cumbre en contra-cumbre terminarán por comprender.
O no.


No se contesta al Imperio en lo que toca a su gestión. No se critica al Imperio.
Se hace frente a sus fuerzas.
Allá en donde esté.

Dar la opinión sobre tal o tal otra alternativa, ir allí adonde se nos llama, ha dejado de tener
sentido.
No hay proyecto global alternativo al proyecto global del Imperio. Porque no existe en absoluto tal proyecto global del Imperio. Existe una gestión imperial. Toda gestión es mala. Y aquellos que reclaman una nueva sociedad harían mejor en empezar a ver
que ya no hay sociedad.
Y así quizá aparcaran su fantasía ingenuo-gestionaria.
Y dejaran de ser ciudadanos.
“Ciudadanos indignados”.


El orden global no puede ser tomado por enemigo.
Directamente.
Pues el orden global no tiene lugar. Muy al contrario. Pertenece más bien al orden de los no-lugares.
Su perfección no consiste en ser global, sino en ser globalmente local. El orden global es la conjuración de todo acontecimiento, porque es la ocupación consumada, autoritaria, de lo local.
No cabe oponerse al orden global más que localmente. Por la extensión de zonas de sombra
sobre los mapas del Imperio.
Por su puesta en contacto progresiva
Subterránea.



La política que viene. Política de la insurrección local contra la gestión global.
De la presencia reconquistada a la ausencia.
A la extranjería ciudadana, imperial.
Reconquistada por el robo, el fraude, el crimen, la amistad, la enemistad, la conspiración.
Por la elaboración de modos de vida que sean también
modos de lucha.

Política del tener-lugar.
El Imperio no tiene lugar. Administra la ausencia haciendo planear por todas partes la amenaza palpable
de la intervención policial. Quien busque en el Imperio un adversario con el que medirse
encontrará el aniquilamiento preventivo.
Ser percibido, de ahora en adelante, es ser vencido.
Aprender a devenir indiscernibles.
A confundirnos.
Hallarle el gusto al anonimato,
a la promiscuidad.

Renunciar a la distinción,
para desbaratar la represión.
Buscarle a la confrontación las condiciones que más nos favorezcan. Volverse arteros. Volverse despiadados. Y así, volverse cualquiera.

Cómo hacer es la pregunta de los hijos perdidos. De aquellos a quienes no se les ha dicho.
De aquellos cuyos gestos no son firmes. A quienes nada ha sido dado. Aquellos cuya condición de criaturas no cesa de ser traicionada por la errancia.
La revuelta que viene es la revuelta de los hijos perdidos.
El hilo de la transmisión histórica ha sido roto. Incluso la tradición revolucionaria nos deja huérfanos. El movimiento obrero sobre todo. El movimiento obrero que ha aceptado volverse
el instrumento
de una integración superior al Proceso. Al nuevo Proceso,
cibernético, de valorización social.
Fue en su nombre que en 1978 el Partido Comunista Italiano, el “partido de las manos limpias”, desataba
la caza del autónomo.
En nombre de su concepción clásica del proletariado, de su mística de la sociedad, del respeto al trabajo, a lo útil y a la decencia.
En nombre de la defensa de las “conquistas democráticas” y del Estado de Derecho.
El movimiento obrero hubo de sobrevivirse en el operarismo.
Única crítica existente del capitalismo desde el punto de vista de la Movilización Total.
Doctrina dudosa y paradójica,
que salvará el objetivismo marxista no hablando ya más que de “subjetividad”,
que llevará hasta un refinamiento inédito la negación del cómo,
la reabsorción del gesto en su producto.
La urticaria del futuro anterior.
De aquello que toda cosa habrá sido.

La crítica se ha vuelto vana.
La crítica se ha vuelto vana porque equivale a una ausencia.
En lo que toca al orden dominante todos saben muy bien a qué atenerse. Ya no necesitamos teoría crítica. Ya no necesitamos profesores. De ahora en adelante, la crítica trabaja en favor de la dominación. Hasta la crítica de la dominación.
La crítica reproduce la ausencia. Nos habla de ese lugar donde no estamos. Nos propulsa a otra parte. Nos consume. Es cobarde. Y se queda a resguardo, sobre todo, cuando nos lleva a la matanza.
Secretamente enamorada de su objeto, no cesa de mentirnos.
De aquí esos brevísimos idilios entre el proletariado y los intelectuales comprometidos. Esos matrimonios de conveniencia, en los que no se tiene la misma idea sobre el placer y sobre la libertad. Más que de nuevas críticas, es de nuevas cartografías de lo que estamos necesitados.
Cartografías no del Imperio, sino de las líneas de fuga fuera de él. Cómo hacer.
Necesitamos mapas
No mapas de todo aquello que no viene en los mapas.
Sino cartas de navegación. Mapas marítimos. Útiles de orientación. Que no se esfuercen por decir, por representar, lo que contienen los diferentes archipiélagos de la deserción
sino que indiquen
cómo llegar a ellos.



III

Estamos a martes, 17 de septiembre de 1996, poco antes del alba. El ROS (Reagrupamiento Operacional Especial) coordina en toda la península el arresto de 70 anarquistas italianos.
Se trata de poner fin a 15 años de pesquisas infructuosas alrededor de los anarquistas insurreccionalistas.
La técnica es bien conocida. Consiste en fabricar un “arrepentido”, y hacerle denunciar la existencia de una vasta organización subversiva jerarquizada. Después –sobre la base de esta creación quimérica- se puede acusar de formar parte de la organización a todos aquellos a quienes se quiera neutralizar.
Una vez más: secar el río para coger los peces.
Incluso si no se trata más que de unas pocas truchas.
Una “nota informativa de servicio” se ha filtrado desde el ROS a propósito de este asunto.
En ella se expone la estrategia.
Fundado sobre las directivas del general Dalla Chiesa, el ROS es el modelo por excelencia de servicio imperial de contra-insurrección.
Este servicio trabaja sobre la población.
Allí donde una intensidad se produce, allí donde algo sucede, él es el french doctor de la situación.
Aquel que pone, bajo coartada de profilaxis, los cordones sanitarios imprescindibles para evitar el contagio.
Lo que teme, no duda en decirlo. En este documento incluso lo escribe. Lo que teme es “el terreno pantanoso del anonimato político.”
El Imperio tiene miedo.
El imperio tiene miedo de que nos convirtamos en cualquiera.
Un medio delimitado, una organización de combate, no los teme.
Pero una constelación expansiva de squats, de granjas alternativas, de viviendas comunales, de agrupaciones fine a se stesso, de radios, de técnicas y de ideas,
la población re-vinculada por una intensa circulación de los cuerpos,
y de los afectos entre los cuerpos,
eso es algo muy distinto.

La conspiración de los cuerpos. No de los espíritus críticos, sino de las corporeidades críticas.
Esto es
lo que el Imperio teme. Esto es también lo que lentamente adviene, con el crecimiento de los flujos
de la defección social.
Hay una opacidad inherente al contacto de los cuerpos. Y que no es compatible con el reino imperial de una luz que no alumbra ya las cosas
si no es para desintegrarla.
Las Zonas de Opacidad Ofensiva no son algo por crear.
Están ya ahí.
En todas las relaciones en las que sobrevive una verdadera puesta en juego de los cuerpos.
Lo que aún falta es asumir que tenemos parte en esta opacidad.
Y proveerse de los medios
para extenderla
y para defenderla.
En todas partes en donde se consigue desbaratar los dispositivos imperiales, arruinar el trabajo cotidiano del biopoder y del espectáculo para obtener de la población una fracción de buenos ciudadanos. Para aislar a los nuevos untorelli. En esta indistinción reconquistada
se forma
espontáneamente
un tejido ético autónomo,
un plano de consistencia
secesionista.
Los cuerpos se agrupan. Recobran el aliento. Conspiran.
Cuántas de estas zonas estén destinadas al aplastamiento militar importa poco.
Lo que importa, en cada ocasión,
es haber preparado una vía de retirada lo bastante segura.
Para reagruparse en otro sitio.
Poco después.

Lo que subyacía al problema “qué hacer” era el mito de la huelga general.
Lo que responde a la pregunta “cómo hacer” es la práctica de la HUELGA HUMANA.
La huelga general presuponía que había una explotación limitada en el tiempo
y en el espacio,
una alienación parcial,
debida a un enemigo reconocible y, por ello, vencible.
La huelga humana responde a una época donde los límites entre el trabajo y la vida se han borrado.
Donde consumir y sobrevivir,
producir textos subversivos y precaverse de los efectos de la civilización industrial,
hacer deporte, hacer el amor, ser padre o adicto al prozac,
todo es trabajo.
Pues el Imperio administra, digiere, absorbe y reintegra
todo lo que vive.
Incluso “lo que soy”, la subjetivación que no desmiento hic et nunc,
todo es productivo.
El Imperio lo ha puesto todo a trabajar.
Idealmente, mi perfil profesional coincidirá con mi propio rostro.
Incluso si no sonríe.
Los gestos del rebelde, después de todo, no dejan de venderse bastante bien.

Imperio equivale a decir que los medios de producción se han convertido en medios de control,
a la vez que se verifica lo contrario.
Imperio significa que de ahora en adelante el momento político domina
sobre el momento económico.
Y contra esto, la huelga general no puede nada.
Lo que hay que oponerle al Imperio es la huelga humana.
Que no se ataque nunca a los procesos de producción sin atacar al mismo tiempo a las relaciones afectivas que los sostienen.
Quien mina la economía libidinal inconfesable,
restituye el elemento ético –el cómo - inhibido en cada contacto entre los cuerpos neutralizados.
La huelga humana es aquella que, allí donde SE esperaría
esta o aquella reacción previsible,
este o aquel tono contrito o indignado,
PREFIERE NO HACERLO.
Se escabulle al dispositivo. Lo satura o lo hace estallar.
Se reapropia de sí, prefiriendo
otra cosa.
Otra cosa que no está programada en los posibles autorizados por el dispositivo.
En la ventanilla de un servicio social, en las cajas de un supermercado, en una conversación educada, tras una intervención de los maderos,
según la relación de fuerzas,
la huelga humana dota de consistencia al espacio entre los cuerpos, pulveriza el double bind en que están atrapados,
los obliga a la presencia.
Hay todo un ludismo por inventar, un ludismo de los engranajes humanos
que hacen girar el Capital.

En Italia, el feminismo radical ha sido una forma embrionaria de la huelga humana.
“¡Basta de madres, de esposas y de hijas, destruyamos las familias!” era una invitación al gesto de romper los encadenamientos previstos,
y liberar los posible comprimidos.
Era un atentado contra las relaciones afectivas cagonas, contra la prostitución cotidiana.
Era una llamada a la superación de la familia como unidad elemental de gestión y de alienación.
Una llamada a una complicidad.
Práctica insostenible sin circulación, sin contagio.
La huelga de las mujeres apelaba implícitamente a la de los hombres y los niños,
apelaba a vaciar las fábricas, las escuelas, las oficinas y las cárceles,
a reinventar para cada situación otra manera de ser, otro cómo.
La Italia de los años 70 era una gigantesca fábrica de huelga humana.
Las autoreducciones, los giros radicales, los barrios ocupados, las manifestaciones armadas, las radios libres, los innumerables casos de “síndrome de Estocolmo”, incluso las famosas cartas de Moro detenido, al final, eran prácticas de huelga humana.
Los estalinistas de entonces llamaron a todo esto
“irracionalidad difusa.”

Hay autores también
en quienes nunca cesa
la huelga humana:
en Kafka, en Walser,
o en Michaux,
por citar tres ejemplos.

Adquirir colectivamente esta facultad de sacudirse
todo lo familiar.
Este arte de frecuentar en sí mismo
al más inquietante de los huéspedes.

En la guerra presente,
en la que el reformismo de urgencia del Capital debe adoptar
las señas del revolucionario si quiere hacerse oír,
en que los combates más democráticos –los de las contra-cumbres- recurren a la acción directa,
un papel nos está reservado.
El de mártires del orden democrático,
que machaca preventivamente todo cuerpo que pueda machacar.
Yo tendría que entonar ahora el lamento de la víctima,
pues todo el mundo –como es sabido- es víctima, incluidos los mismos opresores.
Tendría que disfrutar que una discreta circulación del masoquismo re-encante la situación.
Pero la huelga humana, hoy,
es negarse a desempeñar el rol de víctima.
Combatirlo sin tregua.
Reapropiarse la violencia.
Arrogarse la impunidad.
Hacer comprender a los ciudadanos idiotizados,
que por más que no entren en guerra, lo están,
quieran o no.

Que allí donde SE nos dice que es “esto o la muerte”,
siempre es,
en realidad,
esto y la muerte.


Así,
de huelga humana
en huelga humana, propagar
la insurrección,
en la que ya no hay que,
en la que todos
somos singularidades-cualquiera.

Tiqqun
(Traducción de La llave de los campos)

Soutien Julien et Yldune

Estas son sus direcciones, de momento:

-Maison d'arret des femmes
Yildune Levy N° 369 772
6, avenue des Peupliers
F-91700 Fleury Mérogis
France


-Julien Coupat
N° d'écrou 290173
42 rue de la santé
F-75014 Paris
France

viernes, 2 de enero de 2009

De 'Teoría del Bloom'

"El rasgo dominante del ethos espectacular-metropolitano es la pérdida de la experiencia, cuyo síntoma más elocuente es, sin duda alguna, la formación de la categoría misma de "experiencia", en el sentido de que se tienen "experiencias" (sexuales, deportivas, profesionales, artísticas, sentimentales, lúdicas, etc.). [...] En el seno del Espectáculo, como en el de la metrópoli, los hombres nunca tienen la experiencia de acontecimientos concretos sino tan sólo de convenciones, de reglas, de una segunda naturaleza enteramente simbolizada, enteramente construida. Reina ahí una escisión radical entre la insignificancia de la vida cotidiana, denominada "privada", donde nada ocurre, y la trascendencia de una historia congelada en una esfera, denominada "pública", a la que nadie tiene acceso.
Pero vemos de forma cada vez más clara que todo ello procede de la historia pasada. [...] La pérdida de la experiencia ha alcanzado finalmente el grado de generalidad necesario para interpretarse como una experiencia originaria, como experiencia de la experiencia como tal, como clara disposición a la Metafísica Crítica."

Teoría del Bloom, Tiqqun, editorial Melusina

jueves, 1 de enero de 2009

El estado de las cosas (5)

Cuando la impotencia
te quema la sangre
la duda disipa
la evidencia de las cosas.
La falta de precisión
te nubla la cabeza,
es el odio
quien guía tus pasos...

No importa,
aunque me digas
que estoy metido
en una causa perdida.

Si lo estable y permanente
es algo inerte
y no puedes precisar
el estado de las cosas.
La falta de certeza
te oxida las venas,
es el odio
quien guía tus pasos.

Pero no importa,
aunque me digas...

Como ves mi guitarra no dispara
pero sé donde apunto
aunque no veas la bala.

Pero no importa,
aunque me digas...

Kortatu, 1986
(ahora aquí)

El estado de las cosas (4)



Los barbudos cumplen 50 años

El estado de las cosas (3)

Mientras, en Grecia...








Fotos: Reuters, AFP, grecialibertaria

El estado de las cosas (2)

Palestina: Guernica en Gaza

Tras los bombardeos en esa ciudad ya son 375 los palestinos muertos y 1.500 los heridos, pero Tel Aviv advirtió que la ofensiva puede durar «semanas»

Por: Vittorio Arrigoni*
31 de diciembre de 2008 00:38:51 GMT

Mi apartamento en Gaza está frente al mar, una vista panorámica que siempre hace milagros para mi humor, desafiado a menudo por toda la miseria que puede causar una vida en estado de sitio. Es decir, antes de esta mañana cuando el infierno golpeó a mi ventana. Esta mañana despertamos en Gaza con el sonido del estallido de bombas, y muchas cayeron a unos pocos cientos de metros de mi casa. Algunos de mis amigos murieron bajo ellas. Hasta ahora las víctimas mortales llegan a 210, pero la cantidad va a aumentar dramáticamente.

Es un baño de sangre sin precedentes. Han arrasado el puerto frente a mi ventana, y pulverizado las comisarías. Me dicen que los medios occidentales han asimilado y repiten los comunicados de prensa emitidos por los militares israelíes, según los cuales los ataques apuntaron solo a guaridas terroristas de Hamas, con precisión quirúrgica.

En realidad, al visitar el hospital principal de la ciudad, Al Shifa, y al ver la acumulación caótica de cuerpos depositados en su patio, vimos sobre todo a civiles entre los que esperaban ser atendidos, acostados junto a otros que esperaban ser debidamente enterrados. ¿Podéis imaginar Gaza? Cada casa toca a la otra, cada edificio se eleva sobre el otro. Gaza es el sitio con la mayor densidad de población del mundo, lo que significa que si se bombardea desde la altura, inevitablemente se masacra a numerosos civiles. Lo sabes, eres culpable de lo que se te acusa, no es por error, no es un caso de daño colateral.

Al bombardear la estación central de policía en Al Abbas en el centro de la ciudad, la vecina escuela primaria también fue seriamente dañada por la explosión. Ocurrió al terminar el día escolar y los niños ya estaban en la calle. La mayoría de sus ondeantes delantales azul cielo fueron manchados de sangre. Al bombardear la academia policial de Dair Al Balah, se registraron algunos muertos y heridos del mercado cercano, el mercado central de Gaza. Hemos visto los cadáveres de animales y de personas, su sangre mezclada en arroyos que corrían por las calles de asfalto. Una Guernica transfigurada en realidad. Vi a muchos cadáveres uniformados en los diversos hospitales que visité —conocía a muchos de esos muchachos. Los saludaba cada día cuando los encontraba en la calle en camino al puerto, o hacia el café central por la tarde.

A algunos los conocía por su nombre. Un nombre, una historia, una familia mutilada. La mayoría eran jóvenes, de 18 o 20 años, casi ninguno tenía tendencias políticas, ni con Fatah ni con Hamas, simplemente alistados en la fuerza de policía una vez que terminaron la universidad a fin de tener un trabajo seguro en Gaza, que bajo el criminal sitio de Israel tiene más de un 60 por ciento de desempleo entre su población. No me interesa la propaganda y dejo que hablen mis ojos, mis oídos resuenan con el aullido de las sirenas y el estruendo de los explosivos.

No he visto a ningún terrorista entre las víctimas de este día, solo civiles y policías. Exactamente como nuestros propios agentes de policía locales, los policías palestinos masacrados por los bombardeos israelíes podían ser vistos todos los días del año caminando por la misma plaza de la ciudad, supervisando la misma esquina.

Solo anoche me reí de un par de ellos por la manera como se encapotaban contra el frío, frente a mi casa. Quiero que la verdad redima a algunos de estos muertos. Jamás hicieron un solo disparo contra Israel, ni jamás lo hubieran hecho —la descripción de sus funciones no les decía que lo hicieran. Actuaban como policías municipales, se preocupaban de la seguridad interior.

En todo caso, el puerto queda bastante lejos de la frontera israelí. Tengo una cámara de video, pero hoy descubrí que soy un camarógrafo inútil. No puedo forzarme a filmar cuerpos mutilados ni caras bañadas en lágrimas. Simplemente no puedo hacerlo. Comienzo a llorar yo mismo. Los otros voluntarios internacionales de ISM (Movimiento Internacional de Solidaridad) y yo fuimos al hospital Al Shifa a dar sangre.

Ahí recibimos un llamado que nos informó que Sara, una querida amiga nuestra, había sido muerta por un trozo de metralla cerca de su casa en el campo de refugiados de Jabalia. Una dulce persona, un alma alegre, había salido a comprar un poco de pan para su familia. Deja tras de sí a 13 niños.

Hace un momento recibí un llamado de Tofiq, de Chipre. Tofiq es uno de los estudiantes palestinos con la suerte de haber abandonado el interminable campo de prisioneros de Gaza, en uno de nuestros barcos del Free Gaza Movement, para recomenzar en algún otro sitio. Me preguntó si había visitado a su tío y si había ido a saludarlo en su nombre, como había prometido.

Con indecisión, le pedí disculpas porque no había llegado a tiempo. Demasiado tarde —estaba enterrado por los escombros del área del puerto junto a muchos otros. Desde Israel recibimos la terrible amenaza de que esto es solo el primer día de una campaña de bombardeo que podría durar hasta dos semanas. Quieren convertirlo en un desierto y llamarlo paz. El silencio del «mundo civilizado» es más ensordecedor que las explosiones que cubren la ciudad como un manto de muerte y terror.

*(Publicado en Il Manifesto/freegaza. Traducido por Germán Leyens para Rebelión)

Nota: Ya son 375 los palestinos muertos.

El estado de las cosas (1)

No hay tregua para Julien Coupat

Patricia Tourancheau, Libération
(disculpen posibles errores de traducción inexperta)

Julien Coupat, 34 años, supuesto jefe de la red de saboteadores del TGV (red de alta velocidad francesa), sigue encarcelado en la Santé. La cámara de instrucción de París decidió el viernes pasado que debe continuar en prisión, y accedió así al requerimiento de urgencia de la sala parisina. Un juez (juge des libertés et de la détention, JLD, en francés) ya había ordenado su puesta en libertad el pasado 19 de diciembre, tras la demanda de su abogada, Iréne Terrel, registrada tras el interrogatorio de Julien Coupat el 12 de diciembre por parte del juez de instrucción antiterrorista. Con su decisión de poner en libertad al 'sospechoso número uno', el JLD infligió un revés al procurador de la República (fiscal) Jean-Claude Marin, quien había otorgado una dimensión "terrorista" al "deterioro de las catenarias de los trenes de alta velocidad", y a la banda anticapitalista que supuestamente las había saboteado.

«Célula invisible»

La víspera de las comparecencias ante el juez, el 15 de noviembre, de los nueve detenidos en Tarnac y Ruán, el procurador les había marcado durante una conferencia de prensa. Predijo "veinte años de reclusión" para Julien Coupat, calificado de "dirigente de una estructura con vocación terrorista". Jean-Claude Marin denomina "célula invisible" al grupo en torno a Coupat en referencia al "Comité invisible" que firma el ensayo subversivo 'La insurrección que viene', ediciones La Fabrique, en el que se menciona el sabotaje: "Sabotear con consecuencias la máquina social implica hoy reconquistar y reinventar los modos de interrumpir sus recursos. ¿Cómo hacer inutilizable una línea de alta velocidad, una red eléctrica?".

El procurador subraya que el "escritor" de ese texto no es otro que Julien Coupat. Ante los medios, el fiscal ataca a este hijo de un médico jubilado y de una profesional de la industria farmacéutica, diplomado en una escuela de comercio (Essec) y en la escuela de altos estudios de ciencias sociales (EHESS), quien, a sus ojos, no es solamente un intelectual radical postsituacionista. Le acusa de ser "el líder carismático e ideólogo" de un grupo clandestino "anarco-autónomo", que "que da órdenes a otros para la comisión de actos violentos contra la policía" y que "quiere afectar a la organización del Estado por la lucha armada, no por la contestación".

La comunidad de vida de la granja de Goutailloux en Tarnac no era otra cosa que un "lugar de adoctrinamiento", "una base" de los "Invisibles". Allí fueron detenidos "los cinco del núcleo duro", sospechosos de haber colocado las ganzuas destructoras en las catenarias del TGV.

Mano dura

El fiscal carece de pruebas sólidas contra estos seudo-saboteadores, nada de huellas digitales o genéticas, nada de conversaciones telefónicas, ... Hay unas "pinzas forjadas" de Yldune Lévy, 25 años, compañera de Julien Coupat, que esta estudiante de arqueología dice usar para sus trabajos. Hay también "los últimos seguimientos, que demuestran la participación directa de los cinco en los sabotajes", según el procurador. La policía antiterrorista asegura haber vigilado un Mercedes de Julien Coupat e Yldune Lévy en la tarde del 7 de noviembre en Seine-et-Marne, les vieron cenar en Trilport, "tirar a una papelera pública un embalaje de una linterna y un horario de trenes", después dirigirse a Dhuisy, "y parar su vehículo durante veinte minutos cerca de las vías férreas de la línea TGV-Este", que resultó inutilizada el día siguiente. Los agentes de vigilancia observaron a la pareja "recelosa", y les vieron volver sobre sus pasos "para verificar si los policías habían revuelto la basura": "Él es un pro de la clandestinidad", asegura uno de ellos. Esto no oculta la mano dura judicial con respecto a esta pequeña banda sospechosa de actos de sabotaje contra material ferroviario que causaron retrasos a los trenes y desorden en la red, pero que en ningún momento pudieron afectar a la seguridad de los trenes ni de los viajeros, según la propia SNFC (empresa de los ferrocarriles franceses).

La calificación como terrorismo de estos actos de sabotaje, que parecen pertenecer más bien al derecho común, ha suscitado vivas críticas desde las filas de la izquierda y la extrema izquierda, y la creación de comités de apoyo por toda Francia, y también en Alemania y Grecia (España, EEUU, Inglaterra, Bélgica, Italia, ...). La noche del 3 al 4 de diciembre, los teletipos de AFP desde Atenas citaban un pequeño atentado reivindicado por la "Conspiración de las células de fuego", en nombre de la "solidaridad con los camaradas franceses". El 19 de diciembre, también en la capital griega, la fachada del Instituto Francés fue alcanzada por un cóctel molotov y objeto de pintadass: "Libertad para los combatientes detenidos por el Estado francés", "Destellos en Atenas, incendio en París, es la insurrección que viene".

En París, los cuatro supuestos "malhechores terroristas" de Ruán fueron puestos en libertad inmediatamente después de su interrogatorio. Un signo de debilidad de la fiscalía. Después tres de los presuntos integrantes del "núcleo duro" de la "organización terrorista" fueron excarcelados. Sólo quedan Julien Coupat e Yldune Lévy en prisión.

La abogada Irène Terrel criticó la decisión de la corte de apelación, ya que "la detención provisional debe ser la excepción". "La sala ha instrumentalizado una vez más este procedimiento, con una detención prolongada anormal, justo en periodo vacacional y ante unos jueces que no conocen en profundidad la investigación".
El padre de Julien, Gérard Coupat, ha denunciado una voluntad de "humillar" a su hijo y de "intimidar a la juventud".

¡Despierta Kundalini!