martes, 27 de octubre de 2009

hi ha vida, hi ha vida

Vida d'un gat




el seu pare era un vell gat gordo i coix
i sa mare una gata de carrer
i ell va néixer una nit sota la pluja
però sa mare morí al part
i el seu pare d'un infart
i va quedar abandonat pel mig dels prats
moriria de gana moriria congelat
però sort que era un gat i tenia set vides
no tenia ni pares ni un amic
ni un padrí de família que el cuidés
i així solitari justet amb uns dies de vida
va arrossegar el cos per un camí per la ciutat
però va ser en creuar una carretera
que un camió va i l'atropella en un pas zebra
però sort que era un gat i tenia set vides
i va sentir-se deprimit dèbil agobiat
tan esclafat sota el camió
veia que no podia que no podia respirar
però per res la vida no volia deixar

ferit i amb la por a la mort
va seguir una nena i la nena el va agafar
va acollir-lo en braços va posar-li un nom ridícul
se l'endugué a casa seva i va mostrar-lo a la família
però un pare sense escrúpols que l'agafa per l'esquena
i mentre renyava la nena el va tirar per la finestra
però sort que era un gat i tenia set vides
set pisos de caiguda i quedà viu sobre l'acera
rebentat i destrossat però hi ha més vides que l'esperen
hi ha vida hi ha vida

però aconseguí aixecar-se aconseguí caminar
aconseguí creuar la ciutat fins al port
i va va veure el mar i va veure un peix
va acostar-se al moll però va relliscar
i va caure a l'aigua va sentir-se perdut
ho tenia clar moriria ofegat
però sort que era un gat i tenia set vides
era patètic veure com s'enganxava a la vida
xapotejant cap a un barco que es llargava mar endintre
i aconseguí pujar-s'hi mig ofegat mort de pena
va passar tota la infància dintre d'un vaixell de pesca

set mesos després va desembarcar
en una terra estranya apocalíptica i ingrata
les cases mig destruïdes de gent morta o bé matant-se
i un merder de crits histèrics de terrors i focs i nervis
i de cop una bomba li va petar sota els peus
i va sortir volant pels aires despedint-se de la vida
però sort que era un gat i tenia set vides
i en aquell país de merda hi havia guerra hi havia guerra
i on reina la violència t'acribillen per la jeta
el cos ple de metralla que es es moria que es moria
quan va esdevenir un prodigi que ell no hagués esperat mai

una gata preciosa i piadosa el recollí
i amb el temps i unes carícies va curar-li les ferides
i es tirà follant els dies que passà en convalescència
però la gateta ocultava que estimava un altre gat
què dic un gat si allò era un tigre
que ho va descobrir unmal dia va jurar que els mataria
això era un lio de faldilles
però sort que era un gat i tenia set vides
imagineu aquella bèstia una espècie de legionari
reclamant com a venjança lenta mort pels dos amants
la gata quedà morta desgarrada a esgarrapades
i ell de què sino s'escapa perseguit com una rata

van acabar-se els tiros i eren temps de pau
de pau però misèria de penes i gana
i un dia el gat tornà a sentir que el seu cos levitava
que el seu cos desafiava tota llei de gravetat
per les potes l'agafaven i del terra l'aixecaven
i una veu il.lusionada que el mirava i exclamava
yujúúú família avui per dinar tenim gat a la brasa
però sort que era un gat i tenia set vides
va sortir per poter de miracle que no el pesquen
que no acaba com un plat de subsistència
a la postguerra hi ha gana hi ha gana

havien passat set vides però el gatet mai no es moria
la veritat no comprenia la gràcia d'aquesta vida
i ara tan sols s'arrastrava sols errava sols vagava
ara era un vell gatot de merda despreciat per tot el món
que era el pot de les hòsties que és que estava cremat
però hostia puta quina vida més perra que tenia
i per desgràcia era un gat i tenia set vides.

martes, 20 de octubre de 2009

Ladinamo

Las gentes de ladinamo.org, visiten su página, suscríbanse.


Pop y política I.

"Lola Flores y Raphael poniendo de pie a más de cuarenta mil gusanos en Miami. Julio Iglesias coreando “presidente, presidente” en un mitin de Aznar en Valencia en 1996. Loquillo diciendo entre lágrimas a Mercedes Milá que su abuelo fue anarquista y que, por eso, sólo dejará de votar al PSOE en la tumba. Andy y Lucas cantando en la inauguración de la urbanización del Pocero. Para callar a aquellos que creen que arte y compromiso no son compatibles, en “Pop y política” iremos recordando las más hilarantes y nefastas tomas de partido protagonizadas por cantantes y grupos de pop que viven su tiempo (que, por desgracia, es el nuestro) con especial intensidad."

aquí más

Agendazo gráfico en Port Royal


miércoles, 14 de octubre de 2009

No debiera de quererte (autobiografía en dos partes y unas letras sobre 'Ágora')


No debiera de quererte (autobiografía en dos partes y unas letras sobre ‘Ágora’)

Primera parte de la autobiografía: En los últimos cuatro años he perdido un trabajo, varias novias, un montón de dinero en compras fuera de mercado y compañías nada edificantes, mucha capacidad pulmonar, algunos carnés y gran parte de lo que fue mi identidad. También he visto a Oli marcar en Chapín y un 2-6 en el Bernabéu. Y he leído, mucho, comenzado a escribir esa novela una y otra vez, cantado en Cádiz en Carnaval, me he abierto una cuenta en feisbú, he subido al Machu Picchu y recorrido las arenas del Sahara. En el mismo tiempo, Alejandro Amenábar se ha gastado, bueno él solo no, 50 millones de euros en hacer Ágora.
Si me los hubieran dado a mí, a estas alturas yo sería un fiambre a subastar para el estudio forense, y no habría quedado pasta para rodar. Así que mejor dejarlo como fue. Y no digo todo esto porque valore una cinta en función de su presupuesto, ni a un director por el tiempo que se toma entre obra y obra. Me parece fantástico que se gaste lo que haga falta, y en este caso hacía falta bastante, y que se tome su tiempo. Todo el tiempo del mundo.

Segunda parte de la autobiografía: No estoy bautizado. Milito en una asociación de ateos y en una organización política de izquierdas. Aprendí a leer manchándome las manos con la tinta de los periódicos en una casa llena de libros, donde una estantería completa estaba reservada a la investigación marxista. Iba a clase de Ética. Mis primeras cintas fueron de Barón Rojo y Kortatu, y aún hoy soy capaz de cantar Hipócritas católicos de La Polla Récords sin equivocar la letra. Tengo amigos poetas, músicos, cultos y canallas. Frecuento un centro social autogestionado. Me apasionan la historia y la filosofía, también las de las religiones, devoro ensayos, novelas, manuales y prospectos varios cual papelones de pescaíto. Tanto me apasionan que intento convertirlas en mi profesión.
Pop supuesto, como decía aquel, “I wasn’t born yesterday, you know, I’ve seen movies”. Es decir, que he ido al cine. En otros tiempos incluso de manera enfermiza. Y cuando me gusta la película, me gusta mucho. Tanto me gusta a veces, que cuando abandono la sala me olvido de que soy fumador.

Crítica: Hay un claro problema desde el arranque de la película. En los primeros dos minutos se cuenta toda la historia, así que si se aburren pueden salir tranquilamente de la sala y dirigirse al bar a fumar, beber cerveza y esperar allí a su partenaire. Y ese subrayado de las primeras escenas está presente en toda la cinta, como si fuera necesario explicar dos y tres veces lo que sucede, como si el espectador fuese, digámoslo suavesito, cortito de entendederas. El clímax pedagógico se alcanza con la inclusión de textos del tipo “Hipatia era una mujer muy buena que vivió en tiempos turbulentos...”, más propios para su impresión masiva en las marquesinas de los autobuses urbanos en el auge de la campaña de marketing que como fácil recurso para hacer avanzar la narración o explicar aquello que no se ha logrado contar con imágenes.
Intenta Amenábar decir demasiadas cosas a la vez. Y se aturulla. Ágora no se hace larga, aunque lo sea, pero tampoco llega a ningún sitio. No entra de lleno en la biografía de Hipatia, y ahí hay una historia de las buenas; no alcanza como recreación histórica, pese a que el director se recrea en su cartón-piedra de qualité como si quisiera amortizarlo y camina aburrida y remarcadamente por las transitadas vías de la normatividad del cine de género; pretende hondura filosófico-política y ni siquiera es una pataleta maniqueísta; las presuntamente necesarias concesiones romántico-intimistas se ven lastradas por unos actores faltos de fuerza y una incoherente love story que pulula por la narración cual molesta mosca veraniega; los evidentes paralelismos con la contemporaneidad, que hubieran podido dar lugar a una reflexión política radical y/o sutil evocación metafórica, quedan diluidos por la insistencia en explicitarlos y la ausencia de análisis sobre el conflicto social del que la religión es en gran parte sólo una expresión; la denuncia sobre el patriarcado no encuentra correspondencia en la frialdad de la protagonista, perdida en un guión que parece invitarla a abandonar la escena; a la sucesión de imágenes de golpes, polvo y sangre, ya vistas en cienes y cienes de películas, les falta ira, pasión y originalidad; y su anunciada espectacularidad visual se reduce a unos repetitivos planos satelitales del Delta del Nilo y otros no menos repetitivos de la bóveda celeste (ya sabemos dónde está Egipto y que Hipatia fue una gran astrónoma, ya). Todo esto aderezado con una ruidosa e incongruente banda sonora que trasluce voluntad de epatar y sólo consigue enturbiar aún más la ya deshilachada narración.
Y pese a todo lo que intenta decir, o quizá precisamente por ello, se olvida o solo toca muy tangencialmente muchas otras cosas: Egipto como cuna del saber occidental, el conflicto político ateismo-politeísmo-monoteísmo, la relación metrópoli imperial-colonia, el definitivo enterramiento de la edad antigua y el cristianismo como pretendido punto final en la legitimación de la sociedad patriarcal, la tergiversación de la ira popular por parte del poder, la importancia y necesidad del saber histórico, ...

Ni chicha ni limoná. Ni profunda revelación filosófica ni revisitación palomitera del cine histórico clásico. La película se dejará ver en una sobremesa televisiva de zapeo y siesta, pero no creemos que el público de las multisalas, una vez captados los incautos reclamados por la intensa campaña de marketing, quede satisfecho tras dos horas de fracasado, frío y aburrido pseudopéplum. Una lástima, porque la combinación de buen material narrativo y director ambicioso con talento para las propuestas personales en lo estético podía haber dado lugar a una obra original, con garra, de esas que hacen que cuando sales del cine te olvides de que eres fumador.
¿Tienes fuego?

(aquí el director habla sobre su película)

viernes, 9 de octubre de 2009

¿Piratas?

Los "piratas" somalíes son pescadores en lucha contra el saqueo occidental de la pesca de arrastre y la descarga de basura tóxica

Najad Abdullahi/Johann Hari /Mohamed Abshir Waldo
Al Jazeera English/Huffington Post/WardheerNews



La comunidad internacional condenó con fuerza y declaró la guerra a los piratas-pescadores somalíes, mientras protege discretamente las operaciones de sus flotas dedicadas a la Pesca Ilegal No Declarada y No Reglamentada (IUU, por su sigla en inglés) procedentes de todo el mundo, que pescan furtivamente y, además, descargan basura tóxica en aguas somalíes desde que cayó el gobierno de ese país hace 18 años. Cuando colapsó el gobierno de Somalia, en 1991, los intereses extranjeros aprovecharon la oportunidad para comenzar a saquear las fuentes alimentarias del mar del país y a utilizar las aguas sin vigilancia como vertedero de basura nuclear y tóxica.

Según el Grupo de Trabajo de Alta Mar (HSTF, su sigla en inglés), en 2005 más de 800 barcos pesqueros IUU operaban al mismo tiempo en aguas de Somalia, aprovechándose de la incapacidad del país de vigilar y controlar sus propias aguas y zonas de pesca. Los barcos IUUs arrasan anualmente con un estimado de 450 millones de dólares en mariscos y peces del mar somalí. Al obrar así, roban una fuente inestimable de proteína a una de las naciones más pobres del mundo y arruinan el sustento legítimo de vida de los pescadores.

Los reclamos contra la descarga de basura tóxica, así como la pesca ilegal, han existido desde principios de los años 90, pero las pruebas físicas emergieron cuando el tsunami de 2004 azotó el país. El Programa del Ambiente de Naciones Unidas (UNEP, por su sigla en inglés) reportó que el tsunami reventó la herrumbre de los contenedores de basura tóxica que se vararon a orillas de Puntland, en el norte de Somalia.

Nick Nuttall, portavoz del UNEP, dijo a la cadena árabe Al-Yazira que cuando los envases fueron rotos y abiertos por la fuerza de las olas, los contenedores expusieron a la luz una “actividad espantosa” que se había estado llevando a cabo por más de una década. “Somalia está siendo utilizada como vertedero para desechos peligrosos desde comienzos de los años 90, y continuó con la guerra civil desatada en ese país”, dijo. “La basura es de muy diversas clases. Hay desechos radioactivos de uranio, la basura principal, y metales pesados como cadmio y mercurio. También hay basura industrial, desechos de hospital, basuras de sustancias químicas y lo que se desee nombrar”.

Nuttall también dijo que desde que los contenedores llegaron a las playas, centenares de residentes han caído enfermos, afectados por hemorragias abdominales y de boca, infecciones en la piel y otras dolencias. “Lo más alarmante aquí es que se está descargando basura nuclear. La basura radiactiva de uranio está matando potencialmente a los somalíes y está destruyendo totalmente el océano”, dijo.

Ahmedou Ould-Abdallah, enviado de la ONU para Somalia, dijo que en la práctica el petróleo contribuyó a la guerra civil de 18 años en Somalia, pues las compañías pagan para descargar su basura a los ministros del gobierno y/o a los líderes de la milicia. “No hay control gubernamental… y sí hay pocas personas con alta base moral…, están pagándole a gente encumbrada, pero a causa de la fragilidad del “gobierno federal transitorio”, algunas de estas corporaciones ahora ni siquiera consultan a las autoridades: simplemente descargan su basura y se van”.

En 1992 los países miembros de la Unión Europea y otras 168 naciones firmaron la Convención de Basilea, sobre el control de movimientos transfronterizos de desechos peligrosos y su almacenamiento. El convenio prohíbe el comercio de basura entre los países signatarios, así como también a los países que no hayan firmado el acuerdo, a menos que haya sido negociado un acuerdo bilateral. También prohíbe el envío de desechos peligrosos a zonas de guerra.

Asombrosamente, la ONU ha desatendido sus propios principios y ha ignorado súplicas somalíes e internacionales para detener la devastación continua de los recursos marinos somalíes y la descarga de basura tóxica. Las violaciones también han sido largamente ignoradas por las autoridades marítimas de la región. Éste es el contexto en el que aparecieron los hombres que estamos llamando “piratas”.

Hay acuerdo en que al principio los pescadores somalíes ordinarios fueron quienes usaron lanchas rápidas para intentar disuadir a los barcos descargadores y rastreadores, o por lo menos aplicarles un “impuesto”. Se llamaron a sí mismos “Guardacostas Voluntarios de Somalia”.

Uno de los líderes de los piratas, Sugule Ali, explicó que su motivo fue “poner alto a la pesca ilegal y a las descargas en nuestras aguas… No nos consideramos bandidos del mar. Consideramos que los bandidos del mar [son] quienes pescan ilegalmente y descargan basura, y portamos armas pero en nuestros mares”.

El periodista británico Johann Hari observó en el Huffington Post que, mientras nada de esto justifica la toma de rehenes, los “piratas” tienen, de manera aplastante, el apoyo de la población local que les da la razón. El sitio web independiente WardherNews (1), de Somalia, condujo la mejor investigación que tenemos sobre qué está pensando el somalí ordinario. Encontró que el 70% “apoya fuertemente la piratería como una forma de defensa nacional de las aguas territoriales del país”.

En vez de tomar medidas para proteger a la población y las aguas de Somalia contra las transgresiones internacionales, la respuesta de la ONU a esta situación ha sido aprobar resoluciones agresivas que dan derecho y animan a los transgresores a emprender la guerra contra los piratas somalíes.

Un coro de países que demanda endurecer la acción internacional condujo a una precipitación naval multinacional y unilateral por invadir y tomar el control de las aguas somalíes. El Consejo de Seguridad de la ONU (algunos de cuyos miembros pueden tener muchos motivos ocultos para proteger indirectamente a sus flotas pesqueras ilegales en aguas somalíes) aprobó las resoluciones 1816, en junio de 2008, y 1838, en octubre de 2008, que “invitan a los estados interesados en la seguridad de las actividades marítimas a participar activamente en la lucha contra la piratería en alta mar fuera de las costas de Somalia, particularmente desplegando buques de guerra y aviones militares…”

La OTAN y la Unión Europea han publicado órdenes al mismo efecto. Rusia, Japón, India, Malasia, Egipto y Yemen se han unido a la batalla, junto con un número cada vez mayor de países.

Durante años, las tentativas realizadas para controlar la piratería en los mares del mundo a través de resoluciones de la ONU no pudieron aprobarse, en gran parte porque las naciones miembro sentían que tales acuerdos afectarían a su soberanía y seguridad. Los países son poco proclives a ceder el control y patrullaje de sus propias aguas. Las resoluciones 1816 y 1838 de la ONU, a las que se opusieron algunas naciones de África Occidental, del Caribe y Sur América, por consiguiente fueron acordadas para aplicarse solamente a Somalia, un país que no tiene ninguna representación en las Naciones Unidas con fuerza como para exigir enmiendas destinadas a proteger su soberanía. Igualmente, fueron ignoradas las objeciones de la sociedad civil somalí al proyecto de resolución, que no hizo ninguna mención a la pesca ilegal ni a los peligros de la descarga de basura.

Hari preguntó: “¿Esperamos que los somalíes hambrientos permanezcan pasivamente en sus playas, remando entre nuestra basura nuclear, y nos observen cómo les arrebatamos sus peces para comérnoslos en restaurantes de Londres, París y Roma? No hemos actuado contra esos crímenes. Pero cuando algunos pescadores respondieron interrumpiendo el tránsito por el corredor marítimo del 20% del suministro de petróleo del mundo, comenzamos a chillar sobre esta “maldad”. Si realmente queremos ocuparnos de la piratería, necesitamos extirpar la raíz que la causa -nuestros crímenes-, antes de enviar a las cañoneras a despejar la ruta de criminales somalíes”.

Actualización de Mohamed Abshir Waldo (de “WardheerNews”)

Las crisis de piratería múltiple en Somalia no ha disminuido desde mi artículo anterior, “Las dos piraterías en Somalia: ¿Por qué una palabra ignora a la otra?”, publicado en diciembre de 2008. Continúa con nuevos bríos toda la piratería ilegal de pesca, la descarga de basura y el tráfico marítimo ilegal. Los pescadores somalíes, convertidos en piratas como reacción a la pesca furtiva masiva extranjera armada, han intensificado su guerra contra toda clase de naves en el golfo de Adén y el Océano Índico.

En una respuesta internacional, los gobiernos extranjeros, las organizaciones internacionales y los grandes medios de información se han unido en demonizar a Somalia y en describir a sus pescadores como hombres malvados que sorprenden a las naves y aterrorizan a los marineros (aunque no se ha dañado a ninguno). Esta presentación es torcida. Los grandes medios dijeron relativamente poco sobre las otras piraterías, la de la pesca ilegal y la descarga de basura.

Las marinas de guerra aliadas del mundo –con una flota superior a 40 buques de guerra, de ellos 10 asiáticos, árabes y de países africanos, así como de muchas naciones miembros de la OTAN y de la Unión Europea– intensificaron su cacería de pescadores-piratas somalíes, sin importar si realmente practican la piratería o a la pesca normal en las aguas somalíes.

Las diversas reuniones del Grupo Internacional de Contacto para Somalia (ICGS, por su sigla en inglés) en Nueva York, Londres, El Cairo y Roma continúan intensificando la demonización de los pescadores somalíes e impulsan otras acciones punitivas, sin una sola mención a las violaciones de la pesca ilegal y la descarga tóxica de buques con bandera de aquellos mismos países que se sientan en los foros del ICGS y de la ONU para juzgar a la piratería.

En la reunión anti-piratería del ICGS en El Cairo, el 30 de mayo de 2009, Egipto e Italia fueron los países que más insistieron en pedir un castigo severo a los piratas-pescadores somalíes. Mientras estos países ICGS se reunían hoy en Roma (10 de junio de 2009), la comunidad local de la ciudad costera somalí de Las Khorey retuvo a una gabarra italiana y a dos barcos rastreadores egipcios abarrotados de peces capturados ilegalmente en aguas somalíes, que a la vez remolcaban dos enormes tanques sospechosos de contener basura tóxica o nuclear. La comunidad de Las Khorey invitó a los expertos internacionales a que vinieran a investigar estos casos, pero hasta ahora no hubo respuesta a la invitación.

Debe señalarse que la IUU (sigla en inglés de Pesca Ilegal, No Declarada y No Reglamentada) y la descarga de desechos están ocurriendo también en otros países africanos. Costa de Marfil es otra víctima importante de la descarga tóxica internacional.

Se dice que los actos de piratería realmente son actos de desesperación y, como en el caso de Somalia, un hombre transformado en pirata a la vez es guardacostas.

Notas:

1) http://wardheernews.com/Editorial/editorial_54.html

*) Fuentes:
Al Jazeera English, 11 de octubre de 2008, “Toxic waste behind Somali piracy”, por Najad Abdullahi; Huffington Post, 4, de enero de 2009, “You are being lied to about pirates”, por Johann Hari; y WardheerNews, 8 de enero de 2009, “The Two Piracies in Somalia: Why the World Ignores the Other”, por Mohamed Abshir Waldo.

Estudiante investigador: Christine Wilson
Evaluador académico: Andre Bailey, EOP Advisor
Sonoma State University

Traducción de Ernesto Carmona (especial para ARGENPRESS.info)
Fuente original: http://www.argenpress.info/2009/10/proyecto-censurado-los-piratas-somalies.html

(visto en Rebelión)

Venezuela según 'El País'

Venezuela, Venezuela, Venezuela hasta en la sopa. Quién lo diría. Un país que hasta hace poco más de diez año apenas si alcanzaba a ser conocido en España por la belleza de sus mujeres y la extensa cantidad de telenovelas que ofrecían desde allí al espectador español, a día de hoy es casi una Comunidad Autónoma más de España para la prensa. No hay día en que algún medio español de los de mayor tirada no publique alguna noticia u opinión sobre Venezuela. De hecho, si comparamos la cantidad de noticias, artículos, editoriales, etc., que la prensa española suele publicar a diario sobre la realidad política de comunidades como Andalucía, Extremadura, Asturias, Castilla la Mancha, etc., con la cantidad de noticias, artículos, editoriales, etc., que se publican sobre Venezuela, casi que acabaríamos por tener que reconocer que lo que ocurre a nivel político en Caracas es de mayor importancia para la prensa española que lo ocurre en Sevilla, Badajoz, Oviedo o Toledo. Venezuela es ya tan familiar que el día que no se publique algo sobre ella, seguro que lo echamos de menos y todo. Y sin embargo, he ahí lo curioso, nunca antes los ciudadanos del Estado Español habíamos estado más desinformados de lo que ocurre de veras en Venezuela. Nada sabemos, excepto aquello que interesadamente nos quieren contar nuestros medios para descalificar por activa y por pasiva, sea mediante noticias ciertas o directamente inventadas, al gobierno de Chávez. De todo lo demás, sea bueno o sea malo, pero sobre todo si es algo que pudiera ser interpretado por el lector de manera o más o menos positiva, ni una palabra.

Las crónicas, noticias y opiniones que se publican sobre Venezuela a diario, cada día recuerdan más a las crónicas, noticias y opiniones que se pudieran publicar de cualquier país en guerra. Venezuela está en guerra y el mundo sin haberse enterado aún, parece ser la consigna mediática que mueve los hilos en las redacciones de los principales medios de la prensa escrita española, y específicamente del diario El País. Estudiantes y opositores en huelga de hambre, presos políticos que purgan su disidencia en las cárceles, manifestaciones pacíficas de la oposición reprimidas violentamente, cierres masivos de medios de comunicación, prohibición de series de televisión, terremotos y otras catástrofes naturales, tiroteos en las calles, inseguridad ciudadana, secuestros de empresarios, secuestros de bancos, escalada armamentística en el país, desabastecimiento de alimentos, prohibiciones de refrescos inocuos, declaraciones de guerra a videos juegos violentos, penalización de las protestas ciudadanas que pasan a ser delito por ley, amenazas a gigantes farmacéuticos, críticas internacionales al rearme venezolano, denuncias de venta de armas a grupos “terroristas”, leyes mordaza, catastrófica situación económica, detenciones masivas de opositores, criminalización de las ONG, relaciones peligrosas con los países del eje del Mal, narcotráfico a gran escala, expropiaciones masivas de intereses legítimos, autoritarismo dictatorial alarmante, ataques a los derechos humanos, dramáticos llamamientos a la comunidad internacional contra el avance de la dictadura, veto a cantantes internacionales, existencia de grupos “terroristas” extranjeros en el país convertido en un narco-santuario, asesinatos de opositores, amenaza constante de crisis económica, adoctrinamiento infantil, implantación forzosa de la cultura chavista, linchamientos ilegales en las calles, desastrosa gestión gubernamental de los recursos del país, prisiones que son las más peligrosas de América Latina, dependencia petrolera, etc., esa es la realidad venezolana que nos cuenta cada día el diario El País. La de un país caótico, un país en guerra, un país que vive sometido por una cruenta dictadura que además no es capaz de proporcionar nada positivo al pueblo venezolano. Todo es ruina, miseria, catástrofes, prohibición, represión, muerte, asesinatos, encarcelamientos, sangre, hambre, pobreza, en un palabra: caos. Que, como recordaba hace unos meses Vicenç Navarro en uno de sus magníficos artículos sobre el trato mediático que la prensa española da a Venezuela, el Gobierno de Chávez haya sido uno de los pocos gobiernos que ha conseguido sobrepasar el objetivo del programa de Desarrollo Humano de las Naciones Unidas (de reducir la pobreza extrema a la mitad), disminuyéndola de un 25% de la población en el año 2003 a un 7,6% en 2007, que haya sido también uno de los países de América Latina que haya reducido más las desigualdades y el desempleo, que ha incrementado más el número de beneficiarios de la Seguridad Social, doblándolo, que ha reducido su deuda pública más extensamente, pasando de un 30% del PIB a un 14%, y que ha tenido un mayor crecimiento económico, con una tasa promedio del 10,4% durante los últimos 20 trimestres, habiendo aumentado su PIB de 99.000 millones de dólares en 1999 a 227.000 en 2007, nada de eso importa. Todo lo que hace Chávez es prohibir, amenazar, reprimir, expropiar bienes legítimos, comprar armas sin ton ni son, llevar al país a la bancarrota, y nada más. Tampoco en Venezuela, por supuesto, ocurre nada al margen de Chávez. Así que todo lo que ocurre en Venezuela es eso. Venezuela es un país caótico, su gobierno es un gobierno dictatorial e ineficiente, sus calles son un campo de batalla constante y todo aquello que sucede por allí es siempre algo negativo. Es, como digo, un país en situación de guerra: la “guerra venezolana”. Una guerra a la que, por supuesto, se le ha de dar una cobertura diaria, con su parte correspondiente.

En el día de hoy, martes 6 de Octubre de 2009, hemos vuelto a tener publicada nuestra ración, cómo no, de la guerra venezolana. “La violencia desangra Caracas”, publica el diario El País esta mañana. “La capital de Venezuela se ha convertido en la segunda ciudad más peligrosa del mundo, después de Ciudad Juárez y por delante de Bagdad, según un estudio de la ONG mexicana Consejo Ciudadano para la Seguridad Pública”. Ya se pueden imaginar el resto de la crónica: Caracas es un paraíso para los delincuentes y asesinos, los jóvenes son asesinados a sangre fría por sus propios amigos, las madres lloran impotentes a sus hijos, las armas se compran como rosquillas en cualquier esquina de la ciudad, lo que hace el gobierno para combatir los crímenes no sirve de nada, y bla, bla, bla. Cualquier español de bien que tuviese pensado ir a Caracas en las próximas fechas, mejor que vaya cambiando de idea. Pueden incluso sopesar la posibilidad de cambiar su billetes por una rápida visita a la ciudad de Bagdad, cualquier lugar es más seguro que Caracas y su guerra. Nadie está negando aquí que lo índices de inseguridad ciudadana en la capital Venezolana no sean extremadamente elevados y preocupantes. También los eran antes de que Chávez llegase al poder y no por eso El País se dedicaba a publicarlos cada poco tiempo en sus páginas. También los son en la inmensa mayoría de ciudades importantes de América Latina y no por ello El País dedica un reportaje a la inseguridad ciudadana en cada una de ellas. También es cierto que la inseguridad ciudadana no es precisamente una de las preocupaciones principales de los cubanos o de los turistas que visitan la isla, y no por ello El País publica reportajes alabando la política cubana a este respecto. También lo es que la ciudad de Nueva Orleans, así como muchos suburbios de los EEUU, son lugares tanto o más peligrosos que la ciudad de Caracas, y tampoco se ve a El País preocupado en exceso por ello. Pero es que Venezuela es diferente, Caracas es diferente. Todo lo que pueda ocurrir allí a este respecto no es fruto de la delincuencia común, sino las consecuencias de un país en guerra, de ahí la constante atención mediática que requiere. Venezuela es un país caótico y por eso muere tanta gente en sus calles: he ahí la consigna a leer entre líneas. Resulta curioso también que, sin embargo, El País no publique prácticamente nada acerca de las continuas detenciones que la policía venezolana viene haciendo de gran cantidad de estos asesinos (muchos de ellos, además, vinculados con el paramilitarismo colombiano), pero que cuando publica algo al respecto sea para informarnos de algo así como que “un tiroteo deja diez muertos en Caracas”. Si las detenciones son pacíficas, por muy numerosas o importantes que sean respecto de la peligrosidad de los detenidos, no hay noticia que publicar. Si las detenciones son poco menos que una batalla campal, hay noticia. Venezuela es un país en guerra. Eso sí, la detención de cualquier grupo de sicarios en México es automáticamente noticia, haya habido o no violencia de por medio. Qué decir si los detenidos son miembros de las FARC en Colombia: no es noticia, es notición de portada. Pero Venezuela es diferente, en Venezuela todo lo que se publica al respecto tiene que venir manchado de sangre, de caos, de desconsuelo, de miseria, de hambre, de pobreza, de represión; o no hay noticia.

Ayer mismo, cosa curiosa, el Programa de Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD), hacía público un informe sobre el nivel de la calidad de vida en los diferentes países del mundo con datos del año 2007. Noruega encabeza la lista. Un país, por cierto, gobernado por una coalición de izquierdas reelegida recientemente. Venezuela, la caótica y bélica Venezuela, obtuvo un importante progreso en materia de calidad de vida al colocarse en el puesto 58 a escala mundial, subiendo 14 puestos respecto del puesto 72 que ocupaba en ese mismo informe para los datos del año 2006. En un solo año habría conseguido ascender 14 puestos en la lista. El diagnóstico mundial del bienestar, que la ONU evalúa desde hace veinte años, estudia diferentes variables del desarrollo humano como tendencias demográficas, economía y desigualdad, así como educación y salud. El informe fue presentado en Bangkok por la Comisión Económica y Social de Naciones Unidas para Asia-Pacífico. La noticia, el editorial o el artículo de opinión que El País tiene que publicar a diario sobre Venezuela, bien podría haber informado hoy acerca de la presentación de este informe y los logros alcanzados, según indica el mismo, por Venezuela. Pero no, El País tenía que deleitarnos con un “reportaje” sobre la violencia en Caracas. Podrían incluso haber optado por combinar ambas informaciones, pero tampoco, del informe de marras no se escribe una sola palabra en la sección dedicada a Venezuela. Claro, qué a ver como hubieran podido explicar a sus lectores que ese país caótico que es Venezuela, pueda subir año a año en un informe sobre calidad de vida y bienestar ciudadano. Y no podrán argumentar desde El País que conocían la presentación del Informe, pues ellos mismos le han dado cobertura esta mañana en sus páginas: “La calidad de vida en España se mantiene, según la ONU”. Claro, lo que interesa al lector español del informe es la situación que en él se recoge para España. Pero digo yo que ya que la prensa española viene tratando a Venezuela con esa especial dedicación, se le podría dar también un espacio para estos temas ¿no? Obviamente no. Nada que pueda inducir al lector a pensar que la “guerra venezolana” es un invento de la prensa española, puede ser publicado. Lo que me ha extrañado es que no hayan quitado la referencia a Venezuela en la noticia que han publicado sobre el informe. Seguramente en la redacción de El País alguien habrá recibido hoy un toque de atención por ello. ¡Que pase cuanto antes el día y que se pueda perder de una vez esa información de la vista del lector! Pero no se preocupen señores de El País, el lector medio de su diario no caerá si quiera en pararse a reflexionar cómo es posible que en un mismo día, y en un mismo medio, se publique una noticia que hable sobre lo muy peligrosa que es Venezuela para los venezolanos, y otra que hable sobre el aumento de la calidad de vida en dicho país, tomando para ello, entre otras variables, el aumento en la esperanza de vida como una de las medidas que han hecho posible tal aumento en la calidad de vida del venezolano medio. Siempre será más entretenido leer el parte de guerra venezolano que informes del tres al cuarto sobre asuntos de calidad de vida que no interesan ni al que escribe la noticia.

Pedro Antonio Honrubia Hurtado
Rebelión

lunes, 5 de octubre de 2009

Amor

"En medio de la amplia colección de medios que Occidente ha puesto en marcha contra toda comunidad, hay uno que ocupa desde alrededor del siglo XII un lugar a la vez predominante e insospechable: quiero hablar del concepto de amor. Hay que reconocerle, a través de la falsa alternativa que ha terminado por imponer en todas partes ("¿me amas o no me amas?"), un tipo de eficacia bastante peligroso en lo que se refiere a enmascarar, contener, pulverizar toda la gama altamente diferenciada de afectos, todos los grados, sobrecogedores por otra parte, de las intensidades que pueden producirse en el contacto de los cuerpos. Con esto, ha servido para reducir la extrema posibilidad de elaboración de los juegos entre formas-de-vida. Seguramente, la miseria ética presente, que funciona como una especie de permanente chantaje a la pareja, le debe mucho.

Como prueba de lo anterior, bastará con acordarse de cómo, a lo largo del proceso de 'civilización', la criminalización de todas las pasiones ha sido pareja con la santificación del amor como sola y única pasión, como la pasión por excelencia.

Naturalmente, esto vale para la propia noción de amor, y no para lo que, contra sus propios designios, ésta ha permitido a pesar de todo. No hablo solamente de algunas perversiones memorables, sino también del pequeño proyectil "te quiero", que es siempre un acontecimiento."

'Introducción a la guerra civil', Tiqqun, 2008